Uriah Heep, lluvia púrpura

Los británicos Uriah Heep comenzaron su carrera en 1969, tomando su nombre del desagradable personaje de “David Copperfield”, la novela de Charles Dickens. Se caracterizaron por su hard rock entre progresivo y épico, aunque fueron acusados de copiar a sus compatriotas contemporáneos Deep Purple, y no lograron pertenecer a la elite que históricamente integro el estilo de entonces, junto a Led Zeppelin y Black Sabbath. El guitarrista Mick Box, el cantante David Byron y el tecladista Ken Hensley, fueron los pilares del grupo en su época de gloria, aunque las discusiones internas no consiguieron mantenerlos juntos por mucho tiempo, y sufrieron constantes cambios en su formación. Tras su debut discográfico en 1970 con “Very ‘eavy, very , humble”, y luego de un par de discos que ayudaron a definir su sonido y acrecentar su fama, ventas y publico, en 1972 llegaría “Demons & Wizards”, una fantasía épica que haría escuela en las bandas de metal que encararían el género en las posteriores décadas, además de ser su obra definitiva. Aunque su audiencia disminuyo durante los años 80, Uriah Heep continuo grabando y tocando hasta bien entrada la presente década, principalmente en Europa, Japón y Rusia, donde siguen siendo muy populares.

Escucha “Easy livin’”, incluida en el LP “Demons & Wizards” (1972).

Hüsker Dü, memorias del subsuelo

Los años 80 fueron el periodo en el que exclusivamente se desarrollaron los estadounidenses Hüsker Dü, el trío formado por Bob Mould (guitarra), Greg Norton (bajo), y Grant Hart (batería). Cultores del hardcore punk, e identificados con el underground independiente más que con el  mainstream, su nombre proviene de un vocablo de origen escandinavo (se traduce como “recorda que”). Se formaron en 1979, y un par de años después editan su primer disco al que titularon “Land Speed Record”, incluyendo 17 temas en poco más de 26 minutos. Con “New Day Rising” (su LP de 1985), alcanzan su pico creativo y de reconocimiento, con canciones como “Celebrated Summer” y la que le da título al álbum, logrando, para sus siguientes discos, abandonar su sello independiente y firmar contrato con la multinacional Warner Bros. Salvajes y emocionales, con sus guitarras distorsionadas, voces como aullidos y letras políticas consiguieron un estilo propio, y colaboraron para elevar al punk a la categoría de arte y filosofía. Separados a fines de 1987, su escaso éxito comercial fue compensado convirtiéndose en una influencia clave para grupos como Pixies y Nirvana, conjuntamente con toda la movida grunge de principios de los años 90, llegando a extender su legado fronteras afuera, en donde nuestros Massacre Palestina supieron tomar su bandera.

Escucha “It’s Not Funny Anymore”, incluida en el EP Metal Circus” (1983).

Plus, hard con changüí

Plus hacia un rock pesado en la línea de Led Zeppelin y Deep Purple. No fue casualidad que hayan compartido escenario con Riff en el estadio Obras Sanitarias en 1981. Con la voz de Saúl Blanch, (posteriormente cantante de Rata Blanca), Julio Sáenz en guitarra (futuro violero del Indio Solari), y la base rítmica de Hugo Racca y Cacho D’Arías en bajo y batería respectivamente, se forman a mediados de los años 70 y logran su debut discográfico en 1976. Con su primer disco (“No pisar el infinito”), giraron por todo el país y se aseguraron un nombre entre las bandas mas rockeras de la época, junto a Pappo’s Blues y El Reloj. El segundo disco salió en 1978 y se llamo como el mismo grupo, participo Celeste Carballo en coros, y contuvo un tema emblemático para sus fans llamado “Melancólica Muchacha”, cuya duración se acercaba a los once minutos, y en donde participo el violinista Fernando Suárez Paz del quinteto de Astor Piazzolla. Aunque las ventas de este LP no fueron tan buenas como las del anterior, Plus logro tocar en varios sitios de Latinoamérica, alcanzando un pico de público en Colombia. Tras la partida de su guitarrista por diferencias internas, en 1981 editan su tercer y último trabajo titulado “Escuela de rock ‘n’roll”, ya no tan pesado como los anteriores, e inclusive con una impronta blusera, que destaca en el tema “Una cantante mas de blues”.

Escucha “Noches de Rock ‘n’ Roll”, incluida en el disco “No pisar el infinito” (1976).

Siniestro Total, punk a la gallega

Originarios de Galicia, los españoles Siniestro Total inician su actividad en 1981. Con letras muy provocativas para la época (“Las tetas de mi novia”, “Hoy voy a asesinarte”), su desparpajo era signo de los tiempos: la España post-franquista se encontraba en pleno destape, y ya se afianzaba el rock como una forma más de catarsis de 40 años de dictadura. El nombre provenía de un accidente automovilístico sufrido por su cantante, Julián Hernández, al conocer el informe de daños que la compañía de seguros hizo luego del episodio, denominándolo “siniestro total”. Tras editar en 1982 su disco debut de punk clásico (“¿Cuándo se come aquí?”), a partir de sus LPs siguientes las canciones de tres acordes y dos minutos dieron paso lentamente a un abanico musical más amplio, incorporando teclados y secciones de vientos, sin perder la esencia irreverente de sus orígenes. Durante los años 90, Siniestro Total se permite experimentar con canciones pop y blues, llegando a editar en 2010 “Country & Western”, un disco grabado en USA.

Escucha “Bailare sobre tu tumba” (1985), incluida en el disco homónimo de Siniestro Total.

Focus, menos charla y más acción

Holandeses, progresivos, y mayormente instrumentales, Focus se formo en Ámsterdam hacia 1969, donde sus integrantes estudiaron música clásica en el conservatorio. En 1970 debutan discográficamente con “In and Out of Focus”, logrando su primer éxito con el tema “House of The King”, y en 1971 editan “Moving Waves”, su obra cumbre. Aquí demuestran sus influencias primigenias, donde “Eruption”, el ultima tema, es una adaptación rock de lo que se considera una de las primeras operas de la historia: “Eurídice”, del italiano Jacopo Peri. “Focus III” (1972) fue un álbum doble, destacándose “Sylvia” como corte y “Anonymus II”, un tema de ¡26 minutos! Esta primera etapa de Focus fue cerrada con el disco en vivo “Focus Live At The Rainbow” de 1973, donde puede apreciarse todo su poderío arriba del escenario. Variados grupos fueron influenciados por su sonido, como Iron Maiden y Helloween, quienes inclusive los han homenajeado grabando versiones de sus canciones. Focus se disolvió a fines de los años 70, pero han regresado esporádicamente para presentarse a tocar en vivo en diferentes ámbitos de su país.

Escucha “Hocus Pocus”, incluida en el disco “Moving Waves” (1971).

Bobby Fuller: Texas flood

Nacido en 1942, el texano Bobby Fuller comenzó a fines de la década del 50 a tocar en clubes y grabar en su estudio casero. Líder de su grupo (The Bobby Fuller Four), en 1964 consiguió un contrato discográfico y edito dos discos: “KRLA King of the Wheels” (1965) y “I Fought The Law” (1966). Se metió de lleno, entre temas propios, a reivindicar a su ídolo Buddy Holly, también originario de Texas, e inundo las radios de su país con su Rock & Roll clásico, además de despuntar con canciones surfer y rockabilly (chequear “Love’s Made A Fool Of You”, que llego al Top 30 Billboard). Pero su mayor logro lo obtuvo con una canción ajena: “I Fought The Law”, compuesta por Sonny Curtis de The Crickets, el grupo de Buddy Holly, y su grabación fue tan exitosa que al día de hoy muchos creen que era propia, de manera similar que le sucede a The Clash, quienes también la versionaron a fines de los años 70. A mediados de 1966 su carrera llego a su fin de manera abrupta. Con solo 23 años, Bobby Fuller fue encontrado sin vida en su auto en circunstancias dudosas, lleno de heridas e impregnado de combustible, dejando muchas sospechas sobre el motivo de su muerte: no se supo bien si fue suicidio, accidente o asesinato.

Escucha “I Fought The Law” (1966), incluida en el disco homónimo de The Bobby Fuller Four.

Los Pillos, viaje al mas acá

Mezcla de dark y punk, Los Pillos reivindicaban a Spinetta y el rock nacional de los años 70. Editaron un solo disco en 1987 (“Viajar Lejos”), con producción de un joven Javier Calamaro, que jamás se reedito en CD. Un poco antes de eso, en Diciembre de 1986, fueron soporte de Siouxsie & The Banshees en el estadio Obras. Fundados en 1984 por el baterista Pablo Esau, su formación definitiva la encontraron un poco después con Adrian Yanzón (voz), Martín Aloé (bajo, ex Cienfuegos) y Alejandro Fiori (guitarra, ex Los Encargados). Sus propios miembros contaron una vez que el nombre viene del fanatismo por las historietas, donde “los pillos” eran los malvados, en aquellas revistas de superhéroes que con suerte llegaban de México. La historia termino pronto: luego de demear lo que sería su segundo disco de estudio, su fundador, Pablo Esau, desapareció en 1990 durante un viaje a Brasil en el avión que lo trasladaba, sin haberse encontrado, hasta el día de hoy, rastro alguno.

Escucha “Viajar Lejos”, primer tema del único disco editado de Los Pillos.

http://youtu.be/rFsLsjduQiM

UFO: metal identificado

Los ingleses UFO formaron parte de la prehistoria del New Wave of British Heavy Metal, cuando el género aun ni siquiera sabía cómo llamarse a sí mismo. Formados en 1969, por sus filas pasaron Jason Bonham, Michael Schenker (ex Scorpions), Simon Wright (ex AC/DC) y hasta nuestro Danny Peyronel (ex Riff), entre otros. Poseyendo una vasta carrera y discografía (hasta el día de hoy siguen activos), y en un ejemplo de amplitud musical, los llego a producir George Martin, y supieron homenajear al malogrado Eddie Cochran, grabando una versión pesada del clásico “C’mon Everybody”. Entre sus canciones indispensables, puedo mencionar a “Rock Bottom”, cuyo solo de guitarra no tiene desperdicio, y “Doctor Doctor”, posteriormente versionada por sus compatriotas Iron Maiden.

Escucha “Doctor Doctor”, originalmente aparecida en el disco “Phenomenon” (1974).

 

Obertura

Esto no es nostalgia. Desde que tengo memoria, he visto pasar por mi hogar discos de vinilo, cassettes, bandejas, combinados, radiograbadores, doblecassetteras, compact disc, y así hasta llegar al reproductor de MP3. Cuando era adolescente, y aun no existía el CD, me juntaba la plata de a monedas para ir a la disquería y comprarme el cassette que consiguiera de V8, o el compilado punk “Invasión 88”, o el primero de Beso Negro, que lo pasaban todos los días en la radio. Todavía hoy me siguen preguntando por qué aparezco con 4 o 5 discos originales bajo el brazo por vez, y mi respuesta es siempre la misma: -“estos no los tenía”. De V8 se acuerdan todos, de la movida de Invasión 88 algunos, de Beso Negro casi nadie.

Siempre me pregunté por que algunos grupos, nacionales y extranjeros, a pesar de haber tenido una buena difusión de sus lanzamientos, no quedaron en la memoria colectiva, y fueron tan olvidados que ni siquiera llegaron a ser reeditados en CD. ¿Cómo se mide que esto o aquello quedo en el olvido porque era de dudosa calidad artística? Cada semana, hurgando en mi discoteca, encuentro a alguno de estos grupos y solistas, y me pesa no poder compartirlos de manera masiva con otros fanáticos de la música como yo, para dar a conocer algo que muchos ni siquiera se imaginaban que existía. Los olvidados del rock claman memoria y justicia, ellos también quieren ser escuchados, otra vez. Por eso digo que esto no es nostalgia: es el rescate que se merecen por haber tenido que pagar una condena de décadas de olvido.