Por: Ariel Wolman
Cortamos una larga racha sin victorias, por fin conseguimos los tres puntos y pudimos avanzar un casillero en este mediocre campeonato argentino. Ah, si… ¿cómo ganamos?… con un gol en contra tras uno de esos centros “a ver qué pasa” que tira Carbonero.
El tema es qué pasó cuando Sergio Vittor convirtió ese autogol. Desde la TV (no pude ir a la cancha) vi al jugador colombiano festejarlo como si hubiera sido propio y como si nos sirviera para alcanzar la punta o salir campeones.
Lo de la gente en las tribunas también fue insólito. Vi a muchos celebrarlo con mucha alegría… Sé que me estoy tirando contra los hinchas de mi propio equipo pero… ¿era necesario?… Si la respuesta es que lo festejaron para burlarse de Migliore, les respondo que aún así fue una exageración.
Creo que nosotros, los hinchas, somos la última reserva que le queda al club. El presidente bien gracias, al técnico le está costando ser el de la década dorada, los jugadores se esfuerzan por demostrarnos que no pueden usar la camiseta. Muchachos, solo nos resta nuestra memoria y nuestra exigencia.
Ya no hablo de paladar negro, ni de la platea San Martín insultando a un crack cuando erra un pase… estamos hablando de conformarnos con esto. Ojo, que quede claro: No digo de chiflar al equipo todo el tiempo, pedir que se vayan todos o poner banderas negras… pero si exigir que River vuelva a ser River… y que si tenemos la fortuna de que un rival convierta un gol en contra, exigir un segundo y tercer tanto de factura propia… a lo (viejo) River…
El equipo volvió a jugar mal, feo, y el único que pareció demostrarle su apoyo a Ramón Díaz adentro de la cancha fue Sergio Vittor. Los demás tratan de acertarle un pase al compañero, algo que termina sucediendo en raras ocasiones.
Ahora nos queda el partido con Quilmes, las elecciones -en donde lo más importante será que se irá Passarella- y a pensar en el futuro. Claro que después de lo que vimos en este campeonato no hay muchas expectativas para el próximo semestre, sobre todo porque solo se pueden traer dos refuerzos. Pero bueno, quizás sería bueno que la próxima dirigencia les diera premios a los jugadores, no solo por ganar partidos o campeonatos, sino también por pasar mitad de cancha o por patear al arco (ojo, al que acierte al arco aunque la ataje el arquero, no afuera).
Espero que esta pesadilla termine pronto, ya comprobamos que podemos estar peor. Pero ¿queremos volver a eso?. NO.
Abrazo de gol en contra
Ariel Wolman
@arielwolman