El Perrodiablo ladra y muerde

#Rockerista

El Perrodiablo está cosechado lo que comenzó a sembrar hace muchos años con esfuerzo, pasión, distorsión y dedicación. Lanzamiento de nuevo disco, la prensa y bandas les levantan los pulgares y la gente que los va a ver por primera vez se hacen devotos de la banda gracias a la gran performance en vivo y a la gran música enérgica que hace delirar a los que se arrimaron concierto.

El Perrodiablo por Violeta Capasso

El Perrodiablo por Violeta Capasso

El Perrodiablo viene dulce, nuevo disco bajo el brazo, tapa del Suple NO y excelentes críticas tanto desde la música que hacen hasta la performance en vivo ¿Cómo están viviendo estos días?
Para nosotros está bueno ver el fruto de lo que hacemos. Aunque ese fruto es ver “Cacería”, nuestro disco nuevo, editado y a disposición de quienes eso les llega o les pega bien, no tanto las críticas o las elecciones periodísticas. Eso es una palmada en la espalda que está buena, ayuda y reconforta, pero nuestra intención con la música no pasa por ahí. Nos importa tener algo para decir, un demonio por enfrentar o seguir con las ganas de tocar y vernos las caras cada vez que nos juntamos ensayar para cagarnos de risa. Si dejás que el mundo exterior rija a una banda, es la muerte del rock.

Cacería es un discazo, lo vengo repasando y es imposible no escucharlo al palo. Me gusta porque no se asemeja a sonidos actuales que quizás estamos acostumbrados a escuchar. ¿Cuál fue la búsqueda musical/conceptual para este disco?
Nos dispusimos a hacer otro disco de rock, que es la música que nos representa. Espiritual y fuerte. Queríamos un sonido de guitarra propio y mugroso, conseguir un sonido sucio, bien de las cavernas, pero entendible, sin que eso signifique un producto de FM pasteurizada. De algún modo, buscamos capturar el vivo que es nuestro hábitat. Tocar en vivo nos pone siempre en el presente, no vivimos de la melancolía. Además, pudimos grabar el disco en los Estudios Ion lo que nos acercó a nuestro sonido, con una labor muy piola de Gualberto De Orta como productor. Grabamos las voces en vivo y en simultáneo con toda la banda. Todo en dos días. Cuando hacés algo así, retroalimentarte con tus compañeros es imprescindible y eso le da un valor agregado alquímico al disco. También rescatamos el trabajo de Manza Esaín en el master, que bajó a tierra muy bien todas nuestras charlas voladoras con Gualberto, jaja.

Foto: Violeta Capasso

Foto: Violeta Capasso

¿De que se alimenta El Perrodiablo?
De estar vivos en un mundo extraño y áspero. Eso nos da una insatisfacción y una incomodidad necesaria para tocar rocanrol. Obviamente, que bajamos toda esa energía a un estado de liberación y euforia a la hora de hacer rock, lo que nos da alegría y nos hace constituir pequeñas ceremonias en cada recital que logran hacer un mundo menos peor, al menos por un ratito. Cuando en un mundo superficial como éste, no te gustan los caretas, tenés alimento para mil vidas seguidas.

Al Doma lo tengo de la época que cantaba en Psicovendetta allá por el 96, 97 donde en La Plata había alta movida pesada independiente -Rauko, ARM, Pensar o Morir, What´s up in your Mind, Biodomo! y varias más que no recuerdo- Hoy casi 10 años después la Ciudad se transformó en uno de los epicentros rockeros-culturales más importantes del país y ustedes vieron pasar mucha agua bajo el puente ¿Cómo ven la movida actual? ¿Cuál es el lugar donde el Perrodiablo se siente más cómodo?
Nosotros nos relacionamos con la gente, no con una movida en especial. Podemos tener excelentes veladas y gran camaradería con bandas de cualquier estilo. Es un momento donde hay muchas propuestas y un under activo, eso está bueno. Es necesario que las propuestas sean muchas y variadas para que la gente reúna sensaciones y experiencias. Lo importante es encontrar gente haciendo cosas con el corazón, porque si tocás para que tu cabeza no estalle, es altamente probable que otra gente encuentre en tu música esa misma vibración y eso le haga bien, como tantas bandas nos han hecho bien a nosotros. Respecto a La Plata musicalmente, la ciudad es rara. Nosotros la queremos, como a mucha gente que en La Plata ha confiado en El Perrodiablo, pero a veces existe el vicio musical de mirarse demasiado el ombligo y de querer ponerse muchos la corona de príncipes de la ciudad. Eso es un embole. No va esa de ponerse elitista. En particular, asumimos el riesgo con El Perrodiablo de construir nuestra historia arriesgando fuera de La Plata y salió bien hasta ahora, aunque somos conscientes de que la mayoría de las veces, eso no pasa y no la contás porque las bandas se desgastan o se disuelven.

¿Tienen algún sueño como banda y/o músicos?
Seguir haciendo lo que nos gusta como nos gusta.

Tres razones para ir a ver al Perrodiablo…
Más de uno, con la sabiduría que da muchas veces el paso del tiempo, dijo que le hacíamos acordar a Cemento, a Sumo y a las bandas que le pusieron el mito al lugar. Así que con esa razón, alcanza. Además, salimos muy favorecidos con semejante comparación jaja.

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