Complejo de Edipo II

#SaludMental

Quisiera aclarar en principio que el Post no va dirigido a dialogar con un público experto ni especializado. Verán que intento emplear un lenguaje lo menos técnico posible, para acercar este tipo de conceptos tan ampliamente desarrollado por el psicoanálisis y por otro lado tan populares en el vocabulario común. Asimismo quisiera intentar demostrar a muchos que critican al psicoanálisis y lo tildan de “pseudocientífico” u “obscuro” que este concepto para nada es algo obsoleto y desactualizado, sino que por el contrario los analistas trabajamos con ello a diario.

Hecha la aclaración les recuerdo que en el post anterior, “El complejo de Edipo I” decidí empezar por el origen de este complejo que data de la tragedia griega de Sófocles, “Edipo Rey” y tomé el comienzo de la obra. Pero luego de leer algún comentario me replantee la idea y preferí hacer un giro y sintetizar el mito para luego ir al punto central que es el tema de El Complejo de Edipo o conflictiva edípica en Freud y Lacan.

La tragedia en pocas palabras

Edipo, rey de Tebas, esposo de Yocasta (viuda de Layo, el rey anterior muerto) se encuentra ante una ciudad en donde se desata la peste y la multitud le pide una respuesta al que consideran el más sabio, su rey. Luego este emprende una investigación para averiguar las causas de tremenda desgracia: Manda a su cuñado Creonte al oráculo y la respuesta es que hay que encontrar y castigar al criminal del asesinato del rey anterior Layo, hecho que había ocurrido antes de que Edipo asuma el trono y se case con la reina. Preguntan sobre ello a un anciano ciego, un sabio Tiresias, y este no quiere hablar del tema, pero ante la presión del rey, finalmente acusa a Edipo de matar a Layo y le dice que él es hijo de su esposa y hermano y padre de sus hijos. Edipo se ofusca, no quiere ver esto. Entra en escena Yocasta y para tranquilizarlo le cuenta que Layo iba a morir en manos de su hijo según el oráculo, pero eso es imposible porque murió en una encrucijada de 3 caminos, y el único hijo de ambos lo mandaron a matar por un pastor de Layo para que no se cumpla esta maldición. Edipo recuerda que huyó por temor de casa de sus padres (que el cree que son Pólibo y Mérope reyes de Corinto), ya que recibió un vaticinio de que mataría a su padre y se acostaría con su madre y llega a la conclusión de que en el camino de huida, en una encrucijada de 3 caminos se vio forzado a matar a alguien, que ahora descubre que es Layo. Yocasta se encuentra en el templo con un viejo mensajero que le dice que Edipo debe asumir el trono de Corinto porque murió su padre. Le cuenta a Edipo que en realidad fue adoptado, que no es hijo de Pólibo y que él mismo se lo dio de bebé al rey de Corinto, que alguien se lo entregó con pies atados (de ahí el nombre de Edipo: pies hinchados), que ese que se lo entregó era pastor de Layo. Yocasta huye aterrorizada al descubrir que su actual marido era su propio hijo que no había muerto como creía, y se suicida. Edipo se arranca los ojos y pide el destierro. Fin.

El Complejo de Edipo en Freud

Hasta acá el mito, la tragedia. Pero, ¿qué vio Freud y tomo Lacan en todo esto que le pareció tan fundamental para basar gran parte de la teoría psicoanalítica en ello?

Lee en la tragedia algunos elementos: el tema del incesto y del parricidio practicado por Edipo le sirve para postular que estas dos acciones prohibidas para la sociedad Edipo las realiza. Ahora bien, estos mismos actos realizados solo se ven en casos policiales (como el caso Shoklender por ej.) pero no se trata de eso, sino de fantasías, que perduran más allá de la infancia. En las observaciones clínicas de sus pacientes, Freud empieza a encontrar estos sentimientos y constituye su teoría del aparato psíquico y del Complejo de Edipo como central en la economía del psiquismo.

Pero, ¿Qué dato clínico fue encontrando Freud en relación con esto? Voy a intentar explicarlo de manera sencilla. Hay un momento constitutivo del aparato psíquico y consiste en que los niños ya a temprana edad (3 a 6 años) manifiestan un conjunto de sentimientos muy fuertes y ambivalentes dirigidos hacia los padres: amor intenso y odio intenso: ideas incestuosas y parricidas. Por supuesto que las verbalizaciones y e ideas que plantean los niños de esta edad no son literalmente parricidas o incestuosas, muchas veces aparecen con una veta más tierna pero se expresan con intensidad, pueden decir por ej. que cuando sea grande se van a casar con la mamá, que nunca la van a dejar sola, que a papá no lo quiere nada porque le quiere sacar a mamá, o si desobedece a la mamá lo hace porque ella es mala, la odia y papá es bueno, que besa a la mamá todo el tiempo porque es la novia, que se quiere acostar sólo con la mamá. etc. etc.

Brevemente comento que en una etapa posterior que llama “latencia” (aprox. 7 a 12 años), período que coincide con la escuela primaria, todo este complejo de sentimientos e ideas, en el mejor de los casos quedan olvidados, tapados, apaciguados y es esperable que se instaure el llamado mecanismo de la represión. Freud habla del “Sepultamiento del Complejo de Edipo” y que el heredero de este complejo formará una parte importante del aparato psíquico “el Superyó”.  Hay varios conceptos que no voy a desarrollar en este post pero que también se plantean en esta etapa: fase fálica, complejo de castración, superyó, represión, sublimación. Más adelante, en la pubertad, se reedita este complejo y vuelve a aflorar. Esto para Freud desemboca en la elección de objeto del adulto.

¿Qué implicancia tiene esto en el trabajo clínico?

Para el psicoanálisis, la forma singular en que cada quién ha atravesado por este Complejo de Edipo deja marcas que, como dijimos antes constituyen el aparato psíquico. Pero más allá de la novela, la historia del pasado, de los sentimientos que cada quién construye acerca de su mamá, papá, hermanos, de las imágenes que se atesoran o se olvidan, no es simplemente que esto queda guardado en el disco rígido y oculto todo esto forma parte de la posición actual del sujeto no sólo con estos personajes: se pone en juego en las elecciones que se van haciendo en la vida, elecciones de pareja, de profesión, de vida, en fin se escuchan en el discurso, son el material con el que trabajamos los psicólogos y sobre ello intervenimos.  Es un tema de lugares, funciones y operaciones, les diría más cerca de la matemática que de una novela literaria.

¿El destino se puede cambiar? ¿Edipo es responsable de los actos que hizo?

Edipo quiso huir del destino que le vaticinaron: matar a quién él creía era su padre y casarse con quien él creía era su madre. Lo que no sabía es que huyendo de ese destino se topó con él, porque desconocía la verdad de su origen. Edipo huye, en lugar de ponerse a investigar. Si hubiera averiguado en su momento cuando alguien le había advertido lo que le esperaba, tal ver pudiera haberse enterado anticipadamente que no era hijo de estos padres y nunca se hubiera casado con su madre biológica. Entonces podemos decir que de lo que si es responsable es de haber huido en vez de quedarse y querer saber y esta acción tuvo como consecuencia las otras.

Los pacientes hablan en un tratamiento tanto de los padres como de otros vínculos actuales (hijos, pareja, amigos, etc.) y de amores y odios de distintos tiempos. Pero para el inconsciente no hay tiempo y tienen muchas veces la sensación de que lo que les pasa es obra de un destino marcado, las cosas se repite con iguales o distintos personajes, situaciones, roles y escenas vividas. Detectar esta repetición puede producir angustia (en el mejor de los casos ya que es la angustia la que lleva a alguien a pedir ayuda).

Ejémplos clínicos

Mencionaré ejemplo de recortes clínicos para ilustrar lo anterior, recortes que ubico a continuación pero que los pacientes no cuentan de corrido, es más los nombran al pasar sin saber lo que dicen.

A: “…Yo siempre fui la buena, buena hija, buena madre, buena esposa, buena en todo y sin embargo todos me pagan con disgustos mis hijas son rebeldes conmigo y no hacen nada mi marido no me respetó nunca… mis padres fueron estrictos conmigo y yo sumisa, mi hermana les había dado un disgusto quedando embarazada joven y yo me prometí ser siempre buena…”

B “… Mi mamá nunca me quiso, siempre me ignoró, me decía que me arregle sola, no me dejó estudiar tenía que mantener la casa … ahora mi mamá está enferma y la traje a vivir a mi casa me ocupo de ella con todo mi amor y me sigue maltratando…ojalá algún día se dé cuenta de todo lo que hago por ella y me valore”.

C “… Me hubiera gustado ser enfermera pero nunca me animé a estudiar, mi marido no me apoya en eso dice que sólo sirvo para lavar platos… ¿Por qué marido es violento conmigo? Cuando lo conocí todo era maravilloso…mi papá me gritaba por todo me decía ´inútil no servís para nada´…”.

D ”…Mi marido me engañó varias veces pero aún sigo con él porque lo amo… lo perdono porque quiero darle a mis hijos un padre presente, una familia unida… yo no tuve una familia, mi mamá cada vez que papá la engañaba se iba y nos dejaba …”

E: “Me prometí a mí misma que nunca sería pasiva como mi madre, que se dejaba golpear por mi padre por nada, siempre lo enfrenté para defenderla y me pegaba a mi… no sé por qué no puedo parar de gritar y maltratar a mi hija, ella es buena pero la reto sin motivo.”etc.

Este ensamblado, collage, recorte y pegado, es parte del trabajo del psicólogo con el paciente. Fíjense en estos casos la posición desde la cual se habla en el pasado y en la actualidad y luego pensemos si el Complejo de Edipo está presente o acaso el psicoanálisis no tiene vigencia.

¿Para qué remover todo esto del Edipo?

La pregunta que muchos hacen es ¿se supera este complejo? No sé si estos son los términos adecuados para pensarlo, creo que más bien se atraviesa, lo que permite la posibilidad de cambiar la posición que se tiene: si el paciente se escucha puede estar advertido del lugar desde el cual habla y de esa manera el destino no se presenta como algo inexorable, sino con la posibilidad de torcerlo, ¿pero cambiarlo por qué? Porque estos lugares, como verificamos en los ejemplos anteriores, ocasionan un exceso de sufrimiento, de dolor y con un tratamiento se apunta a aliviar algo de ese padecimiento modificando la posición subjetiva. Esa es la apuesta.