¿No sentís que la maternidad cambia por completo la noción del tiempo? El tiempo de madre es casi como un tiempo paralelo. Veamos…
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6 series para ilustrar la vida con niños pequeños
La vida con niños pequeños es, sin duda, mucho más caótica y divertida. En este post repaso los nombres de 6 series para describir algunas de las cosas que pueden suceder a diario cuando tenés hijos deambuladores.
Preocupaciones de madre de bebé
El bebé se despierta mucho. Hace dos semanas no se despertaba tanto. ¿Tendrá hambre? Me dijeron que el problema es que se duerme en la teta. ¿Y si pruebo darle una mamadera? ¿No tendrá sed? No, tiene calor. Ese pijama le molesta, es muy cerrado. Hace falta ventilar la habitación. ¿El aire acondicionado le hará mal? Debe ser que duerme demasiado de día. ¿No serán los mosquitos? ¡O los moquitos! ¿Será mejor si duerme en pañal? ¿O si lo acostamos de costado? ¿Será mal de ojo? ¿Empacho? ¿Gases? ¿Si le hago bicicleta justo justo antes de acostarlo? ¿Y si probamos bañarlo más tarde? ¿Y si duerme con nosotros? ¿Pero y si lo aplastamos? ¿O se cae de la cama? ¿No serán terrores nocturnos? ¿Y si está asustado porque el otro día escuchó al tío Raúl discutiendo con un cliente y ahora tiene pesadillas con monstruos horribles que tienen la misma cara del tío Raúl, eh? ¿¿¿Tendremos que ver a un especialista???
El bebé quiere teta a cada rato. ¿Se estará quedando con hambre? Seguro, mi mamá tampoco tuvo leche. ¿Y si le damos mamadera? ¿Dormirá más? Sí, yo compro leche. ¿Pero cuál? ¿¿¿Qué maldita marca y qué cantidad??? ¿Y si no quiere la mamadera? ¿Cómo vamos a hacer cuando vuelva a trabajar? Mejor llamo al pediatra ya mismo. Aunque son las tres de la mañana. ¿Y si le damos un tecito? ¿Y si le empiezo a dar papillas? ¿Y si le pongo horarios? ¿Tendremos que dejarlo llorar para que no se malacostumbre?
El bebé está molesto. De nuevo todos los chequeos. Hambre, sed, pañal, gases, calor, frío, gases. ¿Será sueño? ¿Fiebre? ¿Y si llora porque en casa hay mala energía? Debo estar nerviosa por algo y se lo transmito al bebé. ¿¿¿Cómo se hace para tranquilizarse con un bebé llorando??? Ommm Ommmm Ommmm. No funciona. ¿Y si está aburrido? Tal vez lo tengo que sacar a pasear más. ¿Será que lo estimulo poco? Es eso. Mañana le compro uno de esos gimnasios carísimos.
Estas y muchísimas otras preocupaciones (hipérbole más, hipérbole menos) se arremolinan en nuestras cabezas cuando estamos en casa con un bebé en brazos. Todas dudamos.
Hay un dicho que reza En la crianza los días son largos pero los años son cortos. Sin embargo lo más difícil de ser madre primeriza para mí no fue ese día a día. Más bien los cientos de “consejos” que intenté reunir humorísticamente en el comienzo de este post. Opiniones, desaciertos, prejuicios.
Lo mejor que podemos hacer es tomar lo que nos sirve y avanzar. Yo no me perdí nada por oír críticas sin fundamentos. Mi hijo fue bebé una sola vez en la vida y, por suerte, lo disfruté como loca.
¿Y ustedes?
La devaluación de las mamis
¿Por qué será que la palabra mamis está tan devaluada? Porque ma es simpático y cotidiano. Mamá todavía es respetable y madre tiene un estatus superior.
Pero cuando alguien dice mamis hay que persignarse y parar la antena. Son las mamis del jardín y las mamis del pediatra. Las mamis de la notita que anuncia, con todo cariño, que los chicos tienen prohibido hacer algo, se portaron de mil demonios o tienen que llevar 500 pesos para materiales.
¿No son acaso esas mamis del reto encubierto o aquellas que un fin de semana están 100% disponibles para hacer un dinosaurio con los restos de un rollo de cocina (#TrueStory)? ¿Las mamis del cuaderno de comunicaciones del jardincito? ¿Las del consejo condescendiente disfrazado de buena voluntad?
Quizá es porque es lunes y una ve la vida con ojos de lunes. Pero vendría siendo hora de que a las mamis nos asciendan de categoría y empecemos a jugar en la A. ¿No les parece?
#SerMadres y los opinólogos (1)
Confirmado. Cuando te convertís en madre te convertís en blanco favorito de los opinólogos. ¿Los conocen?
5 cosas ridículas de #SerMadres
Nada de lo que nos haya definido en nuestras vidas pre-maternales importa. Porque #SerMadres implica, indefectiblemente, caer en alguna situación ridícula. Estos son sólo algunos ejemplos.
Los comerciales de pañales nos arruinan la vida
Si sos mamá primeriza probablemente tu referencia al sueño infantil más cercana sea una publicidad de pañales. ¡Noches felices!, ¡12 horas de sueño sequito!, ¡Mañanas con más sonrisas! y otros tantos eslóganes diviiiiinos que se cuelan en nuestros cerebros durante años sin que lo notemos.
¿Y qué pasa cuando tenemos al bebé real en nuestros brazos? ¿Qué pasa cuando ese bebé real no se parece en nada al bebé sonriente de los pañales? ¿¿¿A quién denunciamos esta tremenda estafa??? Porque el bebé publicitario duerme SOLITO en su cuna, nada más y nada menos que 12 horas (Dios me libre, ¿¡12 horas!?), y se despierta a pura risa.
Pero cualquier parecido con la realidad es pura… CASUALIDAD.
Los bebés reales quieren brazos, se despiertan, lloran. Padecen el famoso “síndrome de la cuna con pinchos” (una forma elegante de decir que no quieren ver ni en figurita a la famosa cuna). La mayoría no quiere dormir solo.
Y esto desnuda lo poco que sabemos de los ciclos de sueño y de las necesidades de un recién nacido. De sus tiempos (o falta de ellos). Es más común oír fábulas de todo tipo que la verdad. La verdad que nadie dice. Que los bebés tienen un sueño muy diferente al nuestro. Y que eso es agotador. Pero la falsa creencia de que esto es un problema nos lleva a sentirnos inadecuadas, a sufrir más de la cuenta y a probar métodos de adiestramiento innecesarios y muchas veces contraproducentes.
Los bebés tienen etapas, y no todas son iguales. Algunos duermen muy mal al comienzo y mejor después. Algunos se despiertan 1 vez y otros 10. Otros empiezan a dormir entrecortado a partir de los 8 meses o más.
Lo que es seguro es que siempre que llovió paró. ¡Y qué alivio es volver a dormir toda la noche! Les aseguro que una recupera la cordura, la compostura y hasta esa neurona que creíamos perdida.
Por lo pronto yo le digo a los señores publicistas: sus comerciales de pañales no aportan a nuestra salud mental maternal
¡Buen viernes para todas!
La maternidad no tiene un 0800-RECLAMOS
¿Por qué la maternidad no tiene un Call Center? Un 0800 al cual llamar, al borde de la desesperación, y decir “¿Hola, Atención a Madres? Sí, mirá, quiero hacer un reclamo. Hace 2 meses que no duermo. A mí nadie me avisó que esto podía pasar tanto tiempo seguido, pasame con tu supervisor”.
Los 7 pecados maternales
Y sí, de algo hay que reírse. ¿Por qué no reírnos de nosotras mismas? ¡La risa es salud! Eso dicen…
4 situaciones que nos fastidian a las madres
Estas son apenas 4 situaciones cotidianas que me fastidian. Las leo. ¿Qué otras cosas las vuelven locas?