Los Argentinos queremos paz, sin embargo estamos llenos de “relatos salvajes”

#SimpleMente

Tiene que haber un momento en donde todos y cada uno de los que integramos este país deberíamos reflexionar e intentar comprender qué nos está pasando para que la incoherencia sea quien nos defina.
La incoherencia de querer ser alguien pero comportarse de manera completamente distinta a esa búsqueda no solamente ocasiona sufrimiento sino que en ocasiones mucho enojo y frustración. Alguno de los motivos por los cuales esto sucede es por no conocerse, por distorsionar la imagen propia pensando que se puede ser alguien que no condice con la realidad o simplemente por pretender ser quien no se es. Tristemente en el cuadro de los Argentinos veo claramente la imagen representada de este sufrimiento, enojo y frustración.
Es cuando logramos hacer ese genuino contacto con nosotros mismos, cuando podemos empezar a intentar modificar aquello que no nos gusta de nosotros y revertirlo. Hacerlo requiere intención, sacrificio y madurez. En general se llega a esta instancia cuando tocamos fondo, es recién ahí cuando las personas nos damos cuenta que es necesario hacer algo distinto para estar mejor. Todo tiene un límite y creo que casi como naturalizando las desprolijidades, sin darnos cuenta ya lo hemos pasado, ya tocamos fondo.
Quiénes somos los Argentinos en esencia? Somos esos chantas que andan dando vueltas por el mundo disfrazados de turistas gritones que intentan sacar ventajas de cualquier distracción oriunda del país que estén visitando? Somos quienes tenemos cinco representantes que recibieron un premio Nobel? Somos tanta corrupción o merecedores de tener al Papa Argentino? Somos orgullo o papelón? Quizás algo de cada cosa y en función a eso deberíamos empezar a desplazar el papelón para reemplazarlo por más orgullo.
Tenemos demasiado por qué avergonzarnos, demasiada historia oscura de casos no resueltos. El hartazgo es masivo y seguimos errando el rumbo. Haciendo pie en la lamentable tragedia del fiscal Nisman, en un intento de ser cautos con lo que se dice y no solo por respetar a sus seres queridos sino también por respetar su figura profesional, no sería conveniente dejar de hablar sin saber, dejar de escupir opiniones y protagonizar debates televisivos o radiales donde por haberle perdido el respeto al valor del silencio pareciera que el objetivo es llenar espacios desarrollando la teoría de turno.
Si queremos que se respeten las instituciones no se te ocurrió respetar a quienes las integran? Si queremos paz por qué no la promovemos. Cada uno tiene un lugar en el territorio Argentino, lo ocupa, vos en ese espacio estás construyendo algo valioso con tu saber o estás apilando basura? Qué estás haciendo con tu profesión u oficio? La estás desarrollando en pos de alcanzar la meta de la idoneidad, la armonía y la excelencia humana o subrayando el egoísmo individual trabajas para sacarle ventaja a la circunstancia pasajera que sólo conlleva a logros de corto plazo?
Todos somos responsables del país que tenemos y todos debemos hacer algo para tener un país mejor, no un país distinto.