Banksy, la superestrella

#StreetArt

A pesar de su anonimato es el artista más famoso del mundo, sus imágenes salieron de las paredes y hoy se reproducen masivamente en remeras, tazas y posters. Mientras internet desborda de obras de este inglés que ya se convirtió en una marca registrada, la pregunta a responder es;  estamos frente al mejor artista del mundo o frente al artista de moda.

Algunos dicen que su verdadero nombre es Robin Banks, aunque también es cierto –y bastante probable- que ese nombre sea falso y sea una nueva muestra del ingenio del artista jugando con lo parecido que resultan al oído “Robin Banks” y “robbing banks”, en español, “robando bancos”.

A mi manera de verlo Banksy es esa banda del barrio que uno veía en bares y clubes chicos, hasta que “la pegó” y se hizo famosa. A partir de ahí otros descubrieron lo que nosotros habíamos descubierto mucho antes y ahora todos se convirtieron en fanáticos. Fanáticos de una moda que se quedó con eso especial que antes, cuando a nuestra banda no la conocía nadie, era solamente nuestro.

En parte esto es lo que les pasa a muchos con Banksy, como si la fama y la reproducción en serie le hubieran jugado en contra, hoy que a uno le gusten sus graffitis es dos cosas: por un lado inevitable y por el otro, trillado.

Igual que si a la mejor canción del mundo la ponemos de tono despertador en el celular y la escuchamos cada mañana al levantarnos la vamos a terminar odiando, si a los mejores grafittis del mundo los vemos replicados una y mil veces en todo tipo de lugares y productos, es probable que por lo menos, pierdan gran parte de la magia con la que nos enamoraron en un primer momento.

A primera vista se le puede criticar que de luchar contra el sistema haya  terminado convertido en un producto ¿Pero cuánto es él responsable de eso? En una de las escenas más recordadas de El padrino, Al Pacino en la piel de Michael Corleone habla de un consejo que le dio su padre: Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca” y ante lo inevitable de su fama eso fue exactamente lo que hizo Banksy. Lejos de negarse a las constantes propuestas, decidió hacer lo que nadie esperaba que hiciera, aceptarlas.

Entre muchas otras cosas como por ejemplo exponer en museos, firmó con FOX para hacer una de las presentaciones de Los Simpsons en la que criticó la maquinaria detrás de la serie. Los directivos dudaron, pero finalmente pusieron el capítulo al aire y miles de televidentes fueron testigos del primer revés de un artista que aceptó convertirse en un producto, para criticarlo desde adentro.

Al final, lejos de responder la pregunta, puede que Banksy sea las dos cosas, el artista de moda y el mejor artista del mundo.