Por: Juan Chiramberro
“Fuerza Natural” se llama el disco que estaba presentando Gustavo Cerati, en Caracas, ese día en el que sufrió una isquemia cerebral seguida de un accidente cerebrovascular. Fue hace cuatro años, en la noche del 15 de mayo del 2010.
Allí comenzó la incertidumbre, el cruce de rumores y la depresión social que paralizó a la cultura musical de todo el Continente. Cerati fue atendido en Venezuela, luego trasladado a la Clínica Fleni, de Capital Federal, y, finalmente, al Sanatorio Alcla, donde se encuentra internado en la actualidad.
Su estado de salud fue grave desde el primer parte médico. Con el correr de los meses, la ciclotimia de pesimismo y optimismo fue usurpando el día a día. Así, en este estado, uno de los músicos más trascendentes de la historia del Rock argentino llegó a transitar los últimos cuatro años, en cama, y en la profundidad de un sueño misterioso.
Soda Estéreo es el nombre propio que envuelve gran parte de su obra. La poesía que escupió su fantástica cabeza, los acordes, las combinaciones y los arreglos sonoros, revolucionaron los años ´80 y ´90 en América Latina, proponiendo a un público joven nuevas formas de entender a la música, y, con ello, nuevas formas de entender al mundo.
En ese mismo mundo, salvaje y maravilloso, es en el que Cerati se encuentra debatiendo su destino. No son pocos los que esperan todos los mediodías una noticia distinta. Esa es la esperanza que los mantiene activos, en la ciudad de la furia, alentados en la certeza de que se puede aguantar hasta que pase el temblor.
Corría el mes de marzo de 2011 cuando la ciudad de La Plata se mostraba anfitriona de un espectáculo que la ponía en los ojos de todo el país: la banda U2 se presentaba en el Estadio Único ante más de 60 mil personas. Fue esa misma noche, en la que Bono, líder histórico del conjunto irlandés, habló de Cerati, y pidió no olvidarlo. Luego, dijo: “Enviamos nuestro amor y respeto, él oirá nuestra voces esta noche”.
http://www.youtube.com/watch?v=w-SYydmaD40