Los Angeles Deli’s

La palabra Deli deriva del alemán Delicatessen, que quiere decir exquisitez en español, y que en inglés se convirtió en la denominación que se les dio a los establecimientos que vendían comidas preparadas.

 

Los Deli´s que nos ocupan hoy son los que comúnmente se denominan Delis judíos o Kosher Delis, traídos a los Estados Unidos por inmigrantes alemanes.

Ejemplos legendarios de esos establecimientos en Nueva York son Katz y 2nd Street Deli.

 

Katz’s Delicatessen – in “When Harry Met Sally” – YouTube

En Los Angeles, el Deli más famoso es sin lugar a dudas Canter´s. Ubicado en el distrito de Fairfax, un barrio tradicionalmente judío, donde además se encuentran los estudios de CBS en la costa Oeste, el popular centro  comercial The Grove, adyacente al histórico Farmers Market.

Canter’s es un centro de reunión para varias personalidades del mundo del espectáculo, especialmente comediantes, quienes se reúnen tarde en la noche, luego de sus presentaciones en los clubes de comedia.

Otro Deli famoso es Nate´n Al, ubicado en la coqueta ciudad de Beverly Hills.

Para muchos, este cronista incluído, el mejor Deli de Los Estados Unidos es Langer´s Delicatessen. Esta ubicado en la esquina de Alvarado y la 7ma calle, en diagonal al parque McArthur.

Para los amantes de los Delis, la vara con la que se mide la calidad de los mismos se juzga a través de un solo item del menú: el sandwich de Pastrami. Despojado de distracciones superfluas como salsas exóticas, lechuga, tomate, o cualquier otro ingrediente que distraiga al comensal de la danza de los tres ingredientes principales: Pastrami (carne de vaca en salmuera), mostaza y pan de centeno. Otro factor a tener en cuenta a la hora de juzgar estos establecimientos es que la carne siempre debe ser cortada a mano y nunca a maquina.

El visitante a esta hermosa ciudad hará un favor a su paladar al visitar alguno de estos establecimientos que no están reservados a la costa este del país.

Llueve en Los Angeles

Que titulo más banal, dirá usted. Sin embargo, cuando llueve, Los Angeles se transforma en otra ciudad. No estamos acostumbrados a que el clima sea otro que soleado. Inmediatamente el tema de conversación cambia del tráfico a cuando va a parar este diluvio, ya que luego de medio día de lluvia, estamos todos deprimidos. Pero luego retomamos el tema del tráfico, ya que pareciera ser que el pasatiempo principal en esta urbe apenas caen unas gotas de lluvia, es incrustarse en el automóvil más cercano. El pánico se apodera de conductores desacostumbrados al hecho incomprensible de que el tiempo pueda llegar a variar. Como viajeros intergalácticos llegando por primera vez a otra galaxia, manejan a paso de hombre, dudosos de las consecuencias que puedan  llegar a tener el impacto de esos proyectiles líquidos que golpean  la superficie de sus naves. Hasta que una adolescente que textea mientras conduce, lo devuelve a la tierra gracias al sacudón que produce el accidente inevitable.

Que es eso que golpea en mi parabrisas!!!

Sin embargo, el pánico se desata para los que tenemos niños pequeños, cuando la realidad nos sorprende con la siguiente pregunta: Y ahora… ¿que hacemos?

Verá usted lector, esa no es una pregunta a la que estemos acostumbrados. Siempre tenemos algo que hacer. Los Angeles tiene infinitas opciones para entretener a los más pequeños. Desde innumerables parques, playas, Disney Land, Lego Land, montañas, etc. Siempre y cuando brille el sol.

Todas las familias se refugian en los centros comerciales, como si fuera un refugio antibombas en el sur de Israel. El año pasado cuando comenzó la temporada de lluvias, unos amigos decidieron ir a un centro comercial. Nunca más supimos de ellos.

Un refugio ideal para un sábado de lluvia (y sin lluvia también) es el Centro de Ciencias de California (California Science Center). Allí los más pequeños y los más grandes pueden recorrer desde las funciones biológicas de los micro organismos en el mar, hasta última adición del museo: el transbordador espacial Endeavour.

Los astronautas pararon para pedir direcciones

 

No sólo resolvimos ese dilema climático, también nos divertimos y aprendimos cosas nuevas. Como se forma la lluvia, por ejemplo.

 

Todo en un Partido de Fútbol

Un lugar en el cual se puede apreciar la diversidad étnica de California es la liga de fútbol en la que participo, Pasadena Adult Soccer League.

Allí nos congregamos jugadores provenientes de los más distantes rincones del planeta y de todos los ámbitos socioeconómicos.

Los encuentros se desarrollan en distintos campos de juego esparcidos por la ciudad de Pasadena, al noreste de Los Angeles. Una ciudad muy pintoresca, conocida por su particular architectura y el Desfile de las Rosas, que se realiza todos los primero de enero.

Ayuntamiento de Pasadena
Desfile de las Rosas

Regresemos al fútbol. Pareciera ser que los hombres ,al llegar a los 40 años, deben demostrar que la decadencia física todavía no ha comenzado, y por ende, deben embarcarse en actividades físicas que tarde o temprano nos dejarán aquí.

He tenido la fortuna de no haber visitado ese lugar todavía.

Mi primer equipo, llamado Colorado FC, en nombre de la calle principal de Pasadena, estaba integrado por diversas etnias : Mexicanos, argentinos, norteamericanos, armenios e ingleses. Desde maestros de escuela primaria, hasta un ejecutivo importante de un estudio de cine, quién se cambio el nombre en la liga para no ser identificado.

Al oeste de Pasadena se encuentra la ciudad de Glendale, la ciudad con más armenios fuera de su país de origen.

Este primer equipo, luego de una larga racha de derrotas y deserciones, vió el final de sus días. Huérfano de escuadra, fui adoptado por los Bengals, que está compuesto en su mayoría por ingenieros aeroespaciales y astrofísicos  que trabajan en el vecino laboratorio JPL, perteneciente a la NASA. Demás está decir que mi autoestima intelectual ha decrecido enormemente desde que frecuento a este grupo de doctores en física.

Pero, por suerte, estamos ganando algunos partidos.

Un domingo en el Hollywood Farmers Market

Nada mejor para levantarse un domingo en la mañana que un terremoto de escala 3.8. Es cómo si alguien le hubiese dado una cachetada a la casa.

Una vez despiertos y atentos, nos dirigimos al mercado de Hollywood.

Allí nos encontramos con una fauna de lo más diversa. Estrellas del cine y la televisión tratando de pasar desapercibidas, pero no tanto; familias hipsters con niños más hipsters aún a cuestas, empleados de restaurantes haciendo las compras para el día, jóvenes universitarios recaudando firmas para alguna causa política, entre otros.

Cabe recordar que uno de los símbolos de status más importantes en este lado del mundo es el de pertenecer al mundo de lo organico y natural. Si tu auto no es híbrido, o un smart, serás visto como un agresor hacia la indefensa madre naturaleza, que de ningún modo se vengará con un terremoto o una super tormenta como Sandy, pero me estoy yendo del tema.

Decenas de puestos que descienden desde las granjas cercanas a la ciudad, ofrecen una variedad de frutas y verduras que no tienen nada que envidiarles a las que se consiguen en lugares emblemáticos como Italia. Aquí el tráfico es más ordenado.

No sólo el mercado ofrece una gran variedad de frutas y verduras locales y de estación, también es un gran lugar para desayunar o almorzar degustando alguna de las cocinas de las colectividades que hacen de Los Angeles su hogar.

Pupusas, gyros, apple pies, por supuesto burritos y tamales, hacen que sea imposible resistirse a su aroma.

En resumen, si quieres tener una imagen resumida de lo que es la fauna (y la flora) de Hollywood, no dejes de pasearte un domingo en la mañana por el Farmers Market de Hollywood. Si terremoto, es aú mejor.

El Hollywood Bowl

Uno de los lugares más especiales de la ciudad de Los Angeles, es sin duda el Hollywood Bowl.

 

El anfiteatro más grande de los Estados Unidos, fue construído en 1921, y desde entonces a albergado a los artistas más destacados del siglo XX y lo que va del XI.

Desde Los Beatles hasta Barbra Streisand, quién ha abandonado su jubilación voluntaria para dar una seria de conciertos en el Hollywood Bowl en noviembre de este año.

 

Quien visite la ciudad de ángeles hará muy bien en comprar boletos para alguno de los conciertos que se ofrezcan en la temporada, ya que la música es solo un componente de la experiencia que allí se ofrece.

Generalmente, la gente llega horas antes del comienzo del concierto en cuestión, y se pueden ver familias realizando picnics en los varios espacios verdes que rodean a este anfiteatro que está anidado en medio de las colinas de hollywood.

Hollywood Bowl al anochecer

A diferencia de otros estados de la unión, que tienen una tradición puritana entre las que se encuentra la aversión a consumir bebidas alcohólicas en espacios públicos,  los californianos disfrutan de la tradición vitivinícola del estado, haciendo al vino partícipe la celebración.

Este año he tenido la suerte de concurrir al concierto que dio el célebre compositor de música para cine John Williams, en el que dirigió a la orquesta filarmónica de Los Angeles a través de un recorrido de los films mas populares de la última parte del siglo pasado.

Clásicos como Tiburon, ET eIndiana Jones nos transportaron de nuevo a nuestra infancia. Cuando al final del concierto se escucharon las primeras notas de La Guerra de las Galaxias, miles de sables de luz aparecieron por toda a platea (e incluso en el escenario), para ponerle fin a una noche realmente mágica.

 

 

 

Carmageddon 2

Los Angeles es conocida , entre otras cosas, por sus congestionamientos de tráfico. Muchos nos identificamos con Michael Douglas en “Un Día de Furia” cuando de repente nos encontramos detenidos en una playa de estacionamiento que algunos llaman autopistas.

Una de las burlas más típicas de las que son víctimas los Angelinos es la que se refiere a que el tema principal de conversación en las reuniones sociales, es que rutas alternativas tomar para llegar a un destino específico.

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