Un oasis de calma: Jardim Botânico

#TeMuestroRío

Relegado por los turistas como última visita, y sólo si sobra tiempo muchas veces, el Jardim Botânico es una joya de la cidade maravilhosa para muchos aún desconocida. Es comprensible que la playa, las caipirinhas, los cariocas, el calorcito, la samba y los jugos de frutas acaparen la mayoría del tiempo, pero si se quiere un poco de tranquilidad y, por qué no, tomar contacto con una milésima de la fauna y flora de Brasil, este es el lugar. Vean este video para hacerse una idea:

#JardimBotânico from INMA Productions on Vimeo.

Situado muy cerca de la Lagoa Rodrigo de Freitas en la privilegiada Zona Sul de la ciudad, el Jardim abre de 8.00 a 17.00 pero recomiendo ir temprano o bien entrada la tarde ya que hace menos calor y es cuando los animales están más activos. Un poquito de repelente no viene nada mal de todas formas porque aquí todo es verde y el turista o gringo blancuzco lleva un cartel de neón escrito en mosquitiense que lee “morfame, obrigado”.

@ Inma Serrano Esparza

Las más de 6.000 especies de plantas y árboles del parque son el hogar o lugar de paso de muchas especies de animales e insectos (y arañas, pero de esas no escribo, con la Goliat tuve suficiente). Los que he podido observar y bailar cual Blancanieves a su alrededor han sido: ardillas, titís (sagüis), sapajus (macacos pretos), lagartos, tortugas, infinidad de insectos, mariposas (borboletas), pichitancas (tico-ticos), colibrís, garzas, pavas chicas (jacupembas), etc. Pongo los nombres en portugués por si alguna de estas fieras les ataca para que lo cuenten en casa apropiadamente (“me atacó una jacupemba, no sabés”, priceless).

La ardilla brasileña (caxinguelê) es el símbolo del Jardim

La ardilla brasileña (caxinguelê) es el símbolo del Jardim

Pese a haber estado siete veces en el Jardim aún no he conseguido ver ni tucanes (vi uno en el Morro Dois Irmãos pero no llevaba el teleobjetivo así que parece un gorrión, “ley de Murphynho”) ni zarigüeyas, pero sé de gente que ha tenido la suerte de ver incluso perezosos, aunque no con la misma reacción que Kristen Bell. Lo cierto es que ver monos tan de cerca es una gozada y, saber que si saltan un par de árboles están en la selva, alucinante.

@Inma Serrano Esparza

Los paseos con palmeras imperiales quitan el aliento con sus más de 25 m de alto y 1 m de diámetro. Todas ellas, y todas las palmeras imperiales de Brasil, descienden de la Palmera Madre (Palma Mater) que fue plantada por el rey en 1809. Lo curioso es que el rey no quería que esa palmera existiera en ningún otro lugar de Brasil, por lo que ordenó que sus frutos fueran destruidos sistemáticamente. Pero sus esclavos subían a hurtadillas de noche y robaban los frutos para venderlos clandestinamente. Gracias a esos esclavos hoy hay palmeras imperiales por todo el país. La Palma Mater, que llegó hasta los 38 m, fue fulminada por un rayo en 1972 pero el tronco se encuentra expuesto en el Museo Botánico.

Pero si tengo que elegir un árbol, elijo la ceiba pentandra (mafumeira) apodada “árbol de la vida” o “escalera al cielo” por los indígenas de la Amazónia que la consideran como la madre de todos los árboles ya que sus raíces tabulares (sapopembas) revientan en determinadas épocas del año irrigando toda el área a su alrededor.

Palmeras imperiales de la Aleia Cándido Baptista y ceiba pentandra, la mayor del Jardim, conocida como el árbol de Tom Jobim

Palmeras imperiales de la Aleia Cándido Baptista y ceiba pentandra, la mayor del Jardim, conocida como el árbol de Tom Jobim

Para dar un poco de color están el bromelário y el orquidário (ahora está en reformas pero algunos ejemplares están en el bromelário) que contienen más de 2.000 especies entre ambos.

Por último, mencionarles que aquí pueden ver ejemplares del palo brasil o pernambuco (pau-brasil) por el que Brasil se llama como se llama y no “República Federativa de la Caipirinha”. Resulta que este árbol de color rojizo (como las brasas), poblaba toda la costa del país hasta que llegaron los exploradores-explotadores y arrasaron con él porque su madera era espectacular como colorante y para la construcción de navíos, violines, etc. Ahora está casi extinto y es todo un símbolo de la Mata Atlântica.

La mayoría de los Stradvarius están construídos con madera de pau-brasil

La mayoría de los Stradvarius están construídos con madera de pau-brasil