No me interesa saber si una acción está cara o barata. De hecho, ¿es posible definir objetivamente qué quiere decir “caro” o “barato”? El valor de una compañía no es observable y arrogarse la facultad de decir que los precios que indica el mercado son diferentes que los que deberían ser, termina siendo en todos los casos un error que cuesta muchísimo dinero.
¿Quieren tener razón o quieren ganar dinero? Para tener razón, pueden ir a la universidad y sacarse buenas notas. Pero cuando se trata de comprar una acción con el objetivo de obtener una ganancia, no debe interesarnos más que eso: ganar dinero. Para esto, tenemos que vaciarnos de toda importancia personal, volvernos agnósticos y tratar de identificar qué están haciendo los demás.
Si “los demás” están equivocados, tenemos que tener la flexibilidad mental para ir en esa misma dirección, por el mero hecho de navegar la misma tendencia. Nuestra cuota de agnosticismo vendrá por entender que finalmente es irrelevante la distinción entre caro y barato y que lo único que interesa es seguir la tendencia, aún cuando creamos que esta esté equivocada.
Caro o barato es algo que es relevante para Warren Buffett, porque tiene que comprar y vender por decenas de miles de millones de dólares. Para el resto de los mortales que pretendemos ser especuladores profesionales, las palabras “caro” y “barato” deben ser erradicadas de nuestro léxico. (Les dejo la definición de especular del Diccionario de la Real Academia Española: Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios.)
Ahora bien, ¿en qué consiste la estrategia de la que hablo en el título?
Puede leer el resto de la nota haciendo click aquí.
Infobae no se responsabiliza por las opiniones vertidas por los columnistas, como así tampoco por el contenido de las publicaciones.