Talento

#YogaParaMortales

Practico asanas seis veces por semana, dos de las cuales las realizo en la sede de Palermo de Ashtanga Baires con la asistencia de mis Profes. Finalmente, después de un año de práctica intensiva, logré realizar los backbend sin asistencia. Esta gratificante experiencia no hizo más que manifestar en carne propia las palabras de Sri Pattahbi Jois: “practica y todo llegará”.

A su vez, esos instantes hechos con los ingredientes de la de realización personal son leña para alimentar las ganas de seguir aprendiendo y de ser practicante, porque eso me hará mejor Instructora. Al terminar de dar cada clase y sentir la energía renovada, oxigenada y el cambio que cada uno de los alumnos va trabajando con su propia práctica, no puedo más que sentir que esto es a lo que me quiero dedicar el resto de mi vida.

Quiero soplar las brasas de la inspiración de otros para que desarrollen sus talentos. Si una persona está bien consigo misma, tendrá la capacidad, a su vez, de estar bien con los demás, de inspirar a otros y hacer de su entorno un ambiente alegre y pacífico.

Verónica de Andrés y Florencia Andrés en su libro Desafiando imposibles hablan de que encontrar el talento de uno es la base de la confianza total. Explican que los grandes genios de la historia, como por ejemplo Mozart, Einstein, La Madre Teresa de Calcuta, Edison y otros cientos de miles más, no eran más que personas normales, como vos y como yo, con aciertos y desaciertos, que lograron desarrollar sus talentos y elevar su nivel de genialidad.

Definen talento como la fortaleza y característica propia que te definen desde niño. Puede ser desde ser ordenado, liderar, ser bueno para tomar decisiones, para motivar a otros, para auto motivarse, para proteger, para el desarrollo interno y otro montón de características. No siempre “talento” significa que seremos buenos tocando un instrumento, haciendo algún deporte o siendo rápidos en matemáticas.

Ellas dicen: “Nuestros talentos son nuestras fortalezas. Y nuestras fortalezas son aquellas actividades que, al realizarlas, nos hacen sentir fuertes”. Explican que lo primero que hay que hacer es identificar nuestra fortaleza y que usualmente de adultos somos certeros a la hora de enumerar nuestros defectos, no así nuestros talentos. ¿Para qué soy bueno?

Estos dos últimos años me he dado cuenta de que soy buena soplando brasas. No las brasas del asado del domingo, sino las de adentro. De hecho, hay un libro que se titula El arte de soplar brasas de Leonardo Wolk que habla de coaching. El título me pareció genial y da un ejemplo gráfico del talento para avivar las llamas internas que encenderán el proceso de crecimiento personal.

La satisfacción plasmada en las caras y en la energía de mis alumnos al terminar las clases son mi soplador de brasas. Por esos instantes mágicos es que me comprometo con mi práctica y mi estudio para poder brindarme de la mejor manera posible y, a partir de un cambio en mí, generar un cambio en mi entorno. El Yoga es un camino de paciencia, perseverancia y cuidado, somos jardineros de nuestra espiritualidad.

Identifiquen sus fortalezas, desarrollen sus talentos y vívanlos en cada oportunidad que tengan. Sean consientes de que se presentan miles de oportunidades a lo largo del día para hacerlo. Una vez que se comprometan con su desarrollo personal el resto de acomoda.

“Nuestros talentos son un regalo que Dios nos da… lo que hacemos con ellos es nuestro regalo para Dios” – Leo Buscaglia

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Importante: Todas las asanas deben aprenderse con la guía de un Instructor calificado.