Soledad

Los González Aguilar, llegaron a la Argentina expulsados por la barbarie del fascismo en la Guerra Civil española y fueron recibidos por la solidaridad de mis abuelos paternos, que en la provincia de Córdoba dirigían una casa de apoyo a los exiliados republicanos, con los años se convertirían para mi familia en  simplemente: los Aguilar, remarcando la palabra más cargada de metáforas y significantes, reflejo similar al que nos llevó a apelar Zapatero al ex presidente español de primer apellido Rodríguez. Carmen creció en Argentina, allí se casó y tuvo sus hijos. Ella era solo dos años mayor que mi tía Celia con quien continua uniéndola una de esas amistades de toda la vida.  Los tíos de Carmen tenían un cuarteto musical, eran astros del laúd, todo aquél que les escuchaba quedaba extasiado por unos días, en épocas previas al CD, en que la música después de oída se reproducía una y otra vez en el interior, música en silencio a través del mecanismo de la memoria. Tocaban por placer. Continuar leyendo