Lo bueno de los festivales de cine es que no solo permiten conocer cinematografías que rara vez pasan por las carteleras comerciales, sino que también pueden asumirse como espacios para enfocar conflictos sociales. Y si existe más de un punto de vista, mucho mejor.
Hasta el año pasado, en Argentina, la problemática ambiental exhibida en pantalla grande era propiedad de un solo festival (el itinerante Green Film Fest), pero este año se suma otra alternativa para ampliar la mirada. Se trata del Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA), que no es nuevo sino que vuelve para su segunda edición luego de cuatro años. En esta oportunidad, se llevará a cabo desde el 23 hasta el 30 de julio, y las sedes serán el cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635), la Alianza Francesa (Av. Córdoba 936/946), el BAMA Cine Arte (Diagonal Norte 1150) y el Espacio Cultural Terranova (Humberto Primo 670).