Paris mon amour

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Mirando la torre Eiffel pensaba en las coincidencias… hace 15 años atrás un 20 de enero de invierno de 1999 llegue por primera vez a Paris en el avión me enamore de un chico que me hizo sufrir mi primera historia de amor pero al mismo tiempo me enseño lo ilimitado de mi amor, nunca hice tantas locuras por una persona y fui tan incondicional por 10años que entro y salió de mi vida como un tornado que desestabilizaba lo que creía ordenado, “me tiraba la estantería ordenada cada vez”. Con él me di cuenta de muchas cosas mías y recién este año lo acepte como parte de hacerme la mujer que soy, porque gracias a sus interrupciones tenía que recalcular y volver a pensar en lo que quería o en quien era. Simplemente “gracias” si estás leyendo esto. Pero por primera vez en mi vida no tengo expectativa del futuro o tengo a alguien que me está esperando, por primera vez estoy llena. Este viaje fue de estar presente en mi hoy y de hacerlo maravilloso, de transformar cada día para que fuera bello donde fuera y sin importar las circunstancias, fue realidad continua no sueño y cada día fue una sorpresa.

Ayer mi amigo Maxi al que también conocí en estas tierras en 1999 me decía “a mí me preguntan cómo haces para viajar tanto”; jajá lo mire y le digo “ni yo sé, las cosas simples se me complican tal vez pero las complicadas las resuelvo. Este viaje me estaba esperando y solo me aventure a aceptarlo. Viajar es parte de ser quien soy y no me pregunto tanto lo pongo en marcha y voy resolviendo a mi paso”. La primera cosa que hice al llegar a Paris fue ir a la torre Eiffel, me hice amigas de unas francesas y un productor de televisión me invito a salir, paro el auto en medio de la calle como en un película y me dio su tarjeta para que lo llamara después de haber conversado un rato caminando por los champs elisees, pero me dio miedo y no lo llame; estaba sola de mochilera y claro que no me gusto lo suficiente para animarme. No me arrepiento, muchas otras cosas lindas sucedieron en esos 10dias en Paris, pase una hora en el Louvre con mi amor del avión que lo reencontré de casualidad porque en el 1999 no había celulares ni tampoco usaba emails para conectarte así que simplemente sucedió porque estaba en mi destino y así nos conectamos para volver a encontrarnos porque a mis 21años me quería llevar el mundo por delante pero era muy tímida y las palabras no podía expresarlas como quería haciendo difícil la comunicación. Mi papa me regalo el viaje con la condición de que saboreara los lugares, que los conociera, que no corriera sino que los viviera porque iba a volver muchas veces. Con tanto convencimiento me lo dijo que le creí y tuvo razón, gracias a degustar cada lugar me hice muchos amigos locales que aun hoy mantengo los vínculos.

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Abrir la puerta a los recuerdos, hace que una catarata salga sin ni saber que allí está guardada, pero Paris es así para mí. Desde el verano del 2001 no volvía pero en esos tres años fui como 10 veces en invierno (pase un inolvidable año nuevo del 2000 al 2001 festejando en la torre Eiffel), en primavera (lo pase con mi mama paseando en barcos y compartiendo la vie est rose de fondo) y en verano. Hoy al verla a la torre de nuevo me di cuenta que era la primera vez que miraba el senna en otoño y como sentir el cierre de un ciclo aprendido cerraba un capitulo de mi vida. Llegar a Paris de nuevo es mirarme, mi papa me dice que en Paris siempre dejas algo o tenes que dejarlo (parece que Franklin se tiro desnudo al senna y mi papa se dejo y se saco los bigotes al viajar a Paris) … tal vez yo deje mi corazón sin saber y he venido a recuperarlo para ponerlo en su sitio de nuevo.

Hay muchas cosas que cambiaron desde esa primera vez que vine, y muchas cosas agradezco de haber vivido desde esa primera vez. A veces no podes imaginar lo que se mueve dentro hasta llegar a determinado lugar, parís me conecta con mi ser, con mi centro, con mi amor. Me inspira y me rodea con su magia sin tener que hacer nada, solo perderte por sus calles implica absorber belleza en todas sus formas… y mirando hoy la torre Eiffel despido mis 36 años que empezaron en un loco día de taller de arte con gente disfrazada que vino a festejar mi día de forma alegre y fue una sorpresa para mí que duro hasta la madrugada y donde un avión me llevaba a nueva york para empezar mis años cumpliendo un sueño que había prometido a los 18años en el puente de Brooklyn y lo había cumplido y todo este año fue de sorpresas, no pude calcular nada, ni programar nada y agradezco a confiar porque mas tarde o más temprano si sembras amor este vuelve. A lo largo de estos 36años solo he vivido con el corazón a flor de piel abriéndose cada vez para que me guie y hoy sentí que cierro un capitulo con este sombrero de zorro en mi cabeza y empieza uno nuevo con piel de conejo. La vie est belle

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Aventura

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Desde mañana 1 de julio, comienza la energía del 2014 hasta el 1 de agosto de 2015 , pongansen los cinturones que comienza la aventura dejensen llevar por sus pasiones, por sus amores, por su corazón y vivan el día a día, pasito a pasito que así construyen su vida. La energía se vuelve liviana, para que se dejen despeinar la mente y conectar con su ser, con sus deseos, con cumplir sueños. Estoy en San Petersburgo, una ciudad donde te dicen que pidas deseos porque al pedirlos se cumplen, y de alguna forma yo les pido que hagan el ejercicio, que aunque sea una vez por mes, o por semana o por día, piensen que deseo, que me gustaría cumplir, hacer o tener. Para que suceda tenemos que proyectarlo, pensarlo, creerlo. Hay que apostarse a uno mismo y confiar. La mejor inversión que tenemos es lo que hacemos con nuestro tiempo y si somos útiles con nuestro alrededor. A veces son detalles, pero esos detalles hacen a lo grande. Tengan fe en sus deseos, y eliminen las palabras negativas de su vocabulario, piensen lindo que sucede. Por lo pronto yo estoy de viaje disfrutando de la aventura todos los días así que pocos acentos porque las computadoras donde me encuentro tienen otro abecedario, pero las ganas de compartir el mensaje es lo que importa.

Desde mañana, conectensen con su corazón para sentir mas, para escucharlo, para dejarse guiar. A veces dejamos que la vida se pase sin darnos cuenta que cada día es parte de nuestro libro personal, de nuestra historia. Me encuentro en Rusia en este momento que es verano, y hay “noches blancas”, significa que no hay día o noche, no anochece, y esta sensación de no saber que hora es hace que el día sea interminable y que tu energía defina tu día, lo cual demuestra que la concepción del tiempo es mental, porque en realidad uno siempre puede continuar o volver a comenzar. Todo es relativo. Cuento esto, porque me he dado cuenta que nos acostumbramos a que haya horarios o rutinas y no nos damos cuenta que todo es posible y que podes cambiar tu día continuamente y hacer cosas inesperadas o que te inspiren para ampliar tu día a día.
Comiencen con apostarse, y cumplir algún deseo, la energía que cobraran es tan grande que volverán a apostarse y de pronto están en su propia autopista conquistando todos sus sueños y deseos, y eso simplemente los hace felices. Y si no sucede como se lo imaginaban, al menos lo intentaron, vale la pena probar todas las veces que sea necesaria para lograr lo que uno quiere.
Hay que sentir mas, se abren todos los caminos. Jueguen como niños, reconecten con ese lugar sagrado, que encierra todos los tesoros de su ser. Yo cuando era niña creaba mis casas en los arboles, pensaba que las copas de los arboles eran palacios, aun hoy cuando veo un árbol me imagino subiéndolo y de vez en cuando lo hago. Es importante recordar de donde venimos, que nos hacia feliz de niños porque con el paso del tiempo eso nos hace mas feliz todavía y nos olvidamos de darle lugar. Piensen en la imagen de las mamushkas, siempre hay que buscar mas adentro que hay mas cosas.

Para escuchar mientras tanto “A change is gone came”  https://www.youtube.com/watch?v=gbO2_077ixs&index=2&list=RDgZB4jcPmFGo

Si no la escuchaste es un buen momento para hacerlo, comienza la aventura en tu vida, que vas a hacer con ello, TEDx Bahia Blanca “La pasión como puerta de la magia en la vida”: retornar a la inocenciahttps://www.youtube.com/watch?v=hVpdN4xBlDM&feature=share

Comienza un nuevo año

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Un nuevo año comienza, son tiempos de hacer balances, y de soltar. Soltar lo viejo, lo que no funciono, lo que no queremos más, lo que no suma ni aporta nada a nuestras vidas.  Es momento para reflexionar y al mismo tiempo reír. Simplemente reírse de uno mismo para reconectar con lo nuevo, dejar la entrada a las nuevas cosas que están por venir. La vida es constante cambio y movimiento, transformaciones continuas que solo podemos verlas si paramos un instante para sentirlas.

2014 es para disfrutar y para pasarla bien, para reconectar con el niño interior y la inocencia. Es un año para comprometernos con nuestro disfrute, con la bienaventuranza de la vida que se ve si uno quiere. La abundancia y la prosperidad nos rodean todo el tiempo pero hay que dejarlas entrar y para eso hay que aceptarse y entender que uno hace lo mejor que puede en cada momento. Tomar decisiones y hacerse cargo de que uno es el actor de su propia vida hace que el universo se sienta y te responda. Solo hay que confiar y creer y los hilos invisibles de las redes que nos rodean empiezan a activarse y podemos saltar sintiendo su presencia.

Continuamente nos sentimos invadidos por noticias del exterior, pero lo importante es sentir la presencia de nuestro interior en el afuera y de alguna manera darle poder a nuestra luz y a nuestro amor. “No engancharnos”, tratar de salir del problema viendo que podemos hacer para pasarla bien, para convertir el malestar en bienestar y en priorizar los afectos y los encuentros. Quedarnos en la queja y en la bronca no soluciona el problema, salir del problema y encontrarle una vuelta al pesar hace que podamos sentir la esperanza, para poder sentir el amor del alrededor y hasta el nuestro propio.

Cuanto mas amamos, más sentimos el “feed back” del amor hacia nosotros. La clave de ser feliz es sentirse una velita que ilumina a su alrededor, a veces a los que están cerca pero otras veces nos convertimos en faro para darle esperanza a otros y hasta a algunos que ni conocemos. Visualiza un año de alegrías, de conectarte con la risa y con el placer para darle la bienvenida a este. El pensamiento es poderoso para atraer lo que deseamos!!

Sean felices!!!

QUERER SER FELIZ

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LA HISTORIA DE MI VIDA: QUERER SER FELIZ

¿QUIEN SOY?
Al quinto mes de gestación mi papá le regalo a mi mamá el libro de “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach, con la siguiente frase: “Así como Juan Sebastián Gaviota quiero que salga nuestro niño/a”. Sin ni siquiera haber nacido, tenía una misión en esta vida: aprender a volar. Nacía para volar. Tenia que descubrir mi propia manera de vivir para poder compartídsela a otros. De esta forma, la historia de mi vida, es parte de mi búsqueda por ser y espero que les sirva.

NIÑEZ

Cuando era chica no diferenciaba lo que soñaba de lo que pensaba, creía que era todo lo mismo. De hecho muchas veces recuerdo cosas que no logro resolver si fueron partes de mi fantasía o de mi realidad. Vivía imaginando mundos perfectos, creaba lo que faltaba y me imaginaba como seria un mundo donde todos fueran felices. No sabía en ese entonces que existía una palabra para definir lo que creía: vivía pensando en UTOPIAS que creía que podrían llevarse a la práctica. Sin saber en realidad nada de la vida ya podía vislumbrar que había personas que sufrían y que no lograban lo que querían. Tal vez por eso no podía parar de leer libros, historias de personas que relataban sus vidas, lo que pensaban, lo que querían y como lo llevaban a cabo. Todo era posible en esas lecturas y hasta lo que parecía imposible al final de una larga travesía lograba el resultado esperado.

Desde chica quería ser aventurera, viajar por el mundo, vivir varias vidas, saber lo que se sentiría siendo millonaria como campesina. Quería ver mucho más de lo que se me mostraba. Me imaginaba que en la luna habría árboles donde se podía conseguir todo lo que se deseaba y cada uno podía tomarlo libremente, sin pedirle permiso a nadie. Árboles llenos de confites y helados, arbustos de frutillas todo el año, donde nadie tendría hambre y así podrían vivir felices. ¿Que bueno seria conquistar el espacio para que nunca faltaran alimentos en el mundo? Me preocupaba en las casas abandonadas de mi ciudad y pensaba en lo lindo que seria poder pintarlas de vivos colores para que las personas fueran felices al verlas. Pensaba que al ver cosas lindas la gente se alegraba, porque eso era justamente lo que pasaba conmigo.

Hacia siempre lo que sentía, me dejaba fluir antes mis deseos y mis necesidades. Comía muchas tortas y chocolates, bailaba sin cesar en cualquier lugar, momento y espacio. Andaba en bicicleta para que el viento me acariciara los cachetes. Plantaba semillas para verlas crecer y transformarse en plantas. Desbordaba en curiosidad ante todo lo que existía. Disfrutaba mucho de jugar sola, de mi propio mundo interior. Mis muñecos tenían vida propia y eran mis grandes confidentes. Los trataba como si fueran mis hijos y los cuidaba del frío como si fueran reales, dejándome más de una vez en el piso por ser igualitaria. También inventaba historias en las que hacia participar a mis amigas, les ponía papeles principales o secundarios y les contaba la historia de la cual ya eran parte. No había nadie que podía resistirse a mi convencimiento de que un árbol era una gran casa, o que debajo de la mesa nos encontrábamos en una cueva en otra galaxia. Creía que podía viajar en el tiempo y espacio recreando lugares imaginados de los libros que leía que ni sabía si existían. Siempre había una puerta, una llave, una varita mágica que era el instrumento para poder entrar a otra realidad.

Mis abuelas fueron muy importantes en esa etapa de mi vida. Me enseñaron las técnicas para ser la mujercita deseada para el príncipe que me eligiera. Aprendí a cocer, bordar y tejer, a cocinar galletas y tortas, a trasgredir algún que otro limite impuesto y por supuesto a guardar secretos. Pero lo que mas les agradezco, es que me contaban historias. Algunas reales como de viajes realizados, parientes no conocidos, de cosas que no hicieron y se arrepentían, y otras inventadas de niñas buenas que recibían recompensas, de princesas que vivían en castillos. Siempre había cajones de objetos llenos de recuerdos que me revelaban. Un guante, una postal, un libro, un dedal, encerraba tanta vida, tantos relatos que a esa corta edad ni podía imaginar, pero que definitivamente llenaban mas espacios en mi desarrollada imaginación.

Esta nena fue creciendo y sintiéndose incomprendida. ¿Cómo hay que comportarse para ser aceptada? ¿Qué decir para ser parte de un grupo? ¿Cómo seguir siendo espontánea sin sentirse expuesta ante las miradas de todo el mundo? ¿Cómo mantener mis sueños ante una realidad que parece tan pragmática? Imposible y difícil empecé a escuchar cada vez que me manifestaba. “Despertate, la vida no es de color de rosa, es otra cosa muy distinta” – me repetían continuamente. No se puede vivir de los sueños, era el mensaje que escuchaba una y otra vez. A veces con cierta melancolía, otras con desparpajo, otras veces con enojo y agresión, pero no importaba el como me lo hacían llegar.

Esta época estuvo llena de amores platónicos, los definiría como los que te hacen soñar, los que nunca poseerás, lo que no te dejan dormitar pero en la realidad se desvanecen sin ser, y en verdad no quieres encontrar porque te harán develar que solo es tu imaginación la creadora de ese ser del cual tomaste su exterior y le creaste su interior. En realidad son amores imaginarios, infantiles, en donde no ves realmente a la persona sino lo que vos queres que sea. Me sentía tímida, y no sabia expresarme con los chicos, toda mi procesión era interna. Me acuerdo que mi imaginación viajaba haciendo cosas que en la realidad no podía.

La escuela me mostraba injusticias, desigualdades que no podía comprender a esa corta edad. Había favoritos y definitivamente “hazte la fama y échate a dormir”. Nunca voy a olvidar una situación que sucedió con la profesora de música. A mi realmente no me gustaba cantar porque no tenia buena voz, me encantaba actuar. Desde el jardín de infantes actuaba en cada obra del colegio, a veces ganaba el papel y otras trabajaba intensamente en un plan para ser la elegida. Me apasionaba poder ser otra persona por algunas horas, imaginarme la vida de esa persona, y actuar diferente a lo que haría por las circunstancias dadas. La adrenalina de salir en escena me encantaba. A la profesora de música le tenía agrado, dado que mi gran memoria hacia que podía recitar de memoria sin equivocación las largas obras que elegía para desarrollar en los actos del colegio. Era su favorita, no cabía duda. Hasta que un día, me llamo cuando termino la clase y me invito a ser parte del coro que ella dirigía. Yo tuve que ser sincera y decirle la verdad; porque la estimaba. “No me gusta cantar”, confesé. A partir de ese día su trato hacia mi fue hostil, empezó a llamarme la atención por todo, a ponerme notas menores a las que merecía y estaba acostumbrada a tener. Su indiferencia fue notoria de un día para el otro, cuando siempre había destacado mis cualidades. Ese día aprendí una gran lección, no todo el mundo quiere escuchar la verdad.