Antiguamente los libros, en su página de legales o en su colofón, rezaban la frase «estuvo al cuidado de». Es una práctica que se perdió, pero en algunos casos, por suerte, la regla implícita se sigue cumpliendo. Continuar leyendo
Antiguamente los libros, en su página de legales o en su colofón, rezaban la frase «estuvo al cuidado de». Es una práctica que se perdió, pero en algunos casos, por suerte, la regla implícita se sigue cumpliendo. Continuar leyendo