Cuando vi el mail de Nina Garcia en mi casilla de correo, no podía creerlo. Pero era ella, que con la calidez y sencillez de las grandes, respondió el cuestionario e hizo que la admire mucho más todavía. Continuar leyendo
Cuando vi el mail de Nina Garcia en mi casilla de correo, no podía creerlo. Pero era ella, que con la calidez y sencillez de las grandes, respondió el cuestionario e hizo que la admire mucho más todavía. Continuar leyendo