Olvídense del Big Data, la revolución real son los datos pequeños

Se habla mucho actualmente de los Grandes Datos (Big Data). Por ejemplo, esta es la semana de los Grandes Datos (Big Data Week), en que veremos eventos sobre este tema en decenas de ciudades alrededor del mundo. Pero las discusiones sobre los grandes datos se pierden de algo mucho mayor e importante: la oportunidad real no son los grandes datos, sino los pequeños. No súper computadoras centralizadas, sino trabajo manual descentralizado. No “un anillo para gobernarlos a todos”, sino “pequeñas piezas apenas unidas”.

Los Grandes Datos pecan de los caprichos de centralización que hemos visto en cada era de la computación. La idea de “mirá hay más datos de los que podemos procesar” (algo que sin dudas es siempre cierto año tras año desde que comenzó la computación) es hoy la última moda asociada a las tendencias tecnológicas.

Mientras tanto, ponemos en riesgo mirar por encima lo realmente importante de esta historia, la revolución real, que es la democratización masiva de los medios de acceso, almacenamiento y procesamiento de datos. Esta historia no es sobre grandes organizaciones corriendo software paralelo en decenas de miles de servidores, sino que la gente pueda colaborar efectivamente alrededor de un ecosistema distribuido de información, un ecosistema de datos pequeños.

Tal y como hoy nos parece absurdo hablar de “software grande”, como si el tamaño en sí mismo fuera una medida de valor, deberíamos, y lo haremos algún día, encontrar extraño hablar de “grandes datos”. El tamaño en sí mismo no importa, lo que importa es tener los datos, de cualquier tamaño, que nos ayuden a resolver problemas o a contestar preguntas que tengamos.

Para muchos problemas y preguntas, los datos pequeños son suficientes. Los datos de consumo energético que consume mi casa, los horarios de los colectivos, el gasto del gobierno, todos estos son datos pequeños. Todo lo que se procesa en Excel son datos pequeños. Cuando Hans Rosling nos muestra cómo entender nuestro mundo a través de los cambios de alfabetización de la población lo hace con datos pequeños.

Y cuando queremos escalar, la manera de hacerlo es a través de datos pequeños en componentes: mediante la creación e integración de “paquetes” de datos pequeños, no construyendo monolitos de grandes datos, sino seccionando problemas de manera que funcionen a través de personas y organizaciones, no a través de crear masivos silos centralizados.

La próxima década le pertenece a los modelos distribuidos no centralizados, a la colaboración y no al control, y a los datos pequeños no a los grandes.

 

Este post es una traducción autorizada por su autor original, el Dr. Rufus Pollock, fundador y co-director de la Open Knowledge Foundation, y publicada acá.

Beth Noveck: “Debemos involucrarnos en la tarea de gobernar”

Beth Simone Noveck es una de las voces más importantes y reconocidas a nivel mundial alrededor del tema Gobierno Abierto. Dirigió y diseñó la iniciativa durante la primera presidencia de Barack Obama, estuvo involucrada en la aplicación colaborativa “Peer-to-Patent” (cuya receta puede leerse en “Wiki Government” y actualmente dirige cursos sobre innovación y gobierno en la Universidad de Nueva York (NYU).

Comparto su última charla TED en donde hace un recorrido sobre los pilares que conducen hacia la  “sociedad editable”.

“Cuando llegué a trabajar a la Casa Blanca en 2009, al inicio de la administración de Obama, la Casa Blanca era todo menos un lugar de puertas abiertas. Mis ventanas estaban cubiertas por protecciones anti-bombas. Usábamos Windows 2000. Las redes sociales estaban bloqueadas por protectores de seguridad. No teníamos un blog, mucho menos la docena de cuentas de Twitter con las que ahora contamos. Llegué para dirigir el proyecto «Gobierno Abierto», para poner en práctica los valores de transparencia participación y colaboración, y permearlos en nuestro trabajo; para facilitar la apertura del gobierno en su trabajo con el pueblo.”

La promesa del Gobierno Abierto

En el reciente encuentro de la Alianza para el Gobierno Abierto, realizado en Santiago de Chile, se presentó el libro “La Promesa del Gobierno Abierto”, quizás uno de los materiales más completos sobre el tema en habla hispana. 25 autores, 6 capítulos y más de 500 páginas con experiencias prácticas, opiniones y análisis. Tuve la posibilidad de conocer y charlar con dos de sus compiladores Alvaro Ramírez-Alujas y Andrés Hofmann y hacerles algunas preguntas sobre el libro:

¿Porqué un libro sobre Gobierno Abierto?

Por la necesidad de contar con un marco de referencia amplio que permita entender las distintas aristas ligadas al tema que ha creado un explosivo interés en todo el mundo. Por otro lado, la conceptualización de Gobierno Abierto ha sido muy diverso. Creímos entonces, que era relevante colocar en una sola obra los principales componentes que definen al gobierno abierto y, además, contar con voces que algo tenían que aportar – políticos, funcionarios públicos, académicos, consultores, y representantes de la sociedad civil. Aclaramos eso sí, que nuestra intención no es entregar la última palabra sobre el tema, sino más bien alimentar el debate y promover una discusión madura e informada.

¿Cómo nace la idea y cómo se coordino el trabajo?

La idea nace en el marco del primer encuentro regional de Open Government Partnership (OGP), realizada en la Ciudad de México, en marzo de 2012. Después de participar de los debates de evento, quienes coordinamos el libro quedamos con la sensación de que: A).- Los conceptos no estaban tan claros; B) las estrategias impulsadas por los países adscritos a OGP en la región no eran las más adecuadas; C) que incluso al día de hoy, prácticamente no existen esfuerzos editoriales serios por tratar el tema con rigor y perspectiva crítica; y D) nos parecía – y sigue pareciendo – que es necesario asumir el Gobierno Abierto como algo más que una moda a la que resulta glamoroso subirse, por lo que había que asumirlo con mayor propiedad. Por otra parte, los coordinadores no nos conocíamos personalmente hasta que coincidimos en el DF. La semilla del libro fue concebida, como ocurre con tantas otras cosas que originan vida, por una casualidad feliz. Armamos un primer listado de temas (ejes temáticos). Luego hicimos la lista de posibles autores, suficientemente reputados, pero sobre todos fanáticos del tema como para que dedicaran horas a escribir un ensayo sin que les pagáramos un solo centavo. Aprovechamos para ello nuestras redes de confianza y credibilidad. Les estábamos pidiendo que escribieran de favor, sin tener claro, para nada, si alguna vez llegaríamos buen puerto. Estamos muy agradecidos por su confianza en nosotros. A partir de allí vino el tema de la convocatoria: Fueron meses de estar hinchando con mails, comunicados, twitts; moviendo deadlines, y aceptando prórrogas. Luego había que pedir sus fotos… y sus CV… que nos las hacían llegar de a cachitos, como si fueran capítulos de un libro por entregas. Trabajamos en paralelo desde Madrid y México en “formato 2.0”. Después conseguimos que el Instituto Tabasqueño de Acceso a la Información Pública contratara a una correctora de estilo. Y finalmente Oscar Guerra Ford, Comisionado Presidente del InfoDF, nos hizo el inmenso favor de poner a José Duarte y a su equipo a diseñar el libro, y a José Luis Hernández y su gente, a meterle informática. Al final, creamos una comunidad pro-gobierno abierto de personas de siete diferentes nacionalidades, que hasta el día de hoy no se conocen, pero que comparten un mismo anhelo.

¿Qué refleja el libro, cuál sería la sensación que les dejó?  

Primero que nada, La Promesa del Gobierno Abierto expresa lo que cada uno de los 25 autores más José Miguel Insulza (introducción) y Joan Subirtas (preámbulo) quisieron decir respecto al tema. En segundo lugar, sentimos la satisfacción del trabajo hecho, pero el resultado final nos deja un sabor a más: Cualquier esfuerzo de este tipo es, necesariamente, insuficiente, frente al reto de que los gobiernos del mundo se transformen en gobiernos abiertos. El fortalecimiento de las instituciones democráticas, de la democracia misma, así como el empoderamiento de la gente, son procesos irreversibles que tenemos frente a nuestras narices, y ante las cuales los gobiernos y la academia se encuentran fuertemente rezagados. ¡Las demandas de la gente nos están ganando la partida! Por eso ¡hay que ir por más! Esperamos que en los próximos meses podamos idear una promesa 2.0

¿Cómo definirían el estado del Gobierno Abierto en América Latina.  ¿Qué nos diferencia de otras iniciativas? 

Es una promesa – como dice el título del libro – plena de potencialidades, pero que está lejos de ser realidad. Creemos que hay un terreno fértil para avanzar en la región, no solo porque los gobiernos se lo están tomando en serio (de los 58 países miembros de OGP, 15 son de nuestra región) sino porque existe una demanda social y movimientos ciudadanos muy activos que han servido para catalizar el proceso. Además, a diferencia de lo que ha pasado con otros modelos de reforma del Estado (pesemos por ejemplo en la llamada “nueva gestión pública”), en este caso estamos llegando a tiempo respecto a otras regiones del mundo. Somos tan aprendices en gobierno abierto como lo son el Reino Unido o los Estados Unidos, por lo que nadie puede dictar cátedra o afirmar que se ha graduado en el tema; es, más bien, un proceso dinámico en el que la frase de Benedetti es ilustrativa: “cuando comenzaste a aprenderte las respuestas te cambiaron las preguntas”. El hecho de que por primera vez se diseñen e implementen políticas públicas en complicidad con la sociedad civil, es algo inédito en todo el mundo y particularmente en la región. En el fondo del gobierno abierto descansa una idea que se menciona poco pero es muy potente: reducir las asimetrías y compartir poder. Ello constituye la base para un profundo cambio de paradigma en la gestión de los asuntos públicos donde la horizontalidad, el liderazgo distribuido, la participación activa y el involucramiento de los ciudadanos son pilares que soportarán el futuro de nuestros sistemas políticos (si es que así lo queremos y si estamos dispuestos a “hackear” los modos y formas tradicionales de hacer política, de gobernar, y de ejercer la gestión pública).  Además, la región presenta características que podrían abonar el terreno para impulsar “ecosistemas” vinculados a algunas de las aristas del gobierno abierto. El caso más conocido es el de las hackatones, en especial “Desarrollando América Latina”, un esfuerzo que sobrepasa las fronteras nacionales y cuya inspiración trasciende y es parte del nuevo mundo que se está construyendo, desde la colaboración, el compartir, el utilizar y reutilizar datos gubernamentales para emprender e innovar con fines cívicos. La región es hoy un laboratorio de referencia en materia de gobierno abierto e innovaciones de raíz democrática a nivel mundial que nada tiene que envidiar a otras iniciativas en el resto del planeta.

¿Próximos pasos del libro?

Primero que nada, crear un micrositio web de referencia sobre Gobierno Abierto donde se hospedará el libro en múltiples formatos para su lectura y descarga. Luego revisaremos oportunidades para transformarlo en átomos, esto es, si hay alguna editorial, de las viejas, dispuesta a imprimir el libro. Si algún lector de estas líneas tiene alguna propuesta que hacernos, la atenderemos encantados. De manera paralela procuraremos crear un espacio de diálogo permanente sobre el tema, tanto entre los autores y lectores para atraer nuevas miradas. Desde el comienzo pensamos el libro como una obra “abierta”, como un primer movimiento, imperfecto pero necesario, para promover este tipo de conversaciones. Finalmente, ganas sobran para hacer otro libro que ofrezca continuidad y nuevos aportes.

Ambos participaron en la reunión Regional de OGP en Chile ¿Qué impresiones les dejó?

Fue un excelente encuentro, con miradas variadas, fresco en términos de enfoques, participantes y debate. La reunión fue más madura y potente que la primera que se hizo en México, dado el avance del gobierno abierto en la región durante el último año, y también debido a la capacidad de convocatoria de los organizadores. Importa destacar también la formulación, monitoreo y evaluación de los planes de acción nacionales de Gobierno Abierto; la inclusión de los parlamentos y de los órganos garantes de la transparencia ahí donde existan; así como la necesidad de tener marcos de referencia claros tanto desde la perspectiva de OGP –gobernanza y principios- como desde las propias estrategias nacionales que se están llevando a cabo. El Poder Judicial, uno de los poderes públicos de los Estados, no participaron. Bueno sería que pronto se sumen a esta iniciativa. Esperamos encontrarnos con ellos en el tercer encuentro.

Descargá el libro gratuitamente en: http://www.lapromesadelgobiernoabierto.info/

Contacto: libro.gob.abierto@gmail.com

Andrés Hofmann - Andres@politicadigital.info

En Twitter: @LibroGobAbierto

 

Gobierno Abierto en la agenda del G8

Este año el Reino Unido tiene a cargo la presidencia del G8 (Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Italia, Francia, Canadá, Rusia y Alemania). En una carta enviada por el primer ministro británico David Cameron al grupo queda en claro que los temas de Gobierno Abierto están fuertemente posicionados en la agenda.

Estos son algunos de los párrafos de la carta:

El foco principal de mi agenda para el Summit está puesto en los tres siguientes temas: promover el comercio, asegurar el cumplimiento del pago de impuestos, y fomentar mayor transparencia. Considero que el G8 puede tener un rol muy importante en todos estos temas, utilizando nuestro compromiso para abrir economías y sociedades para que puedan darle apoyo a esta iniciativa y generen crecimiento económico.

En nuestra alianza con países menos desarrollados y economías emergentes, creo que debemos poner un énfasis nuevo y práctico sobre lo que se refiere a transparencia, rendición de cuentas y gobierno abierto.  Demasiados países en vías de desarrollo se ven privados de unirse por cuestiones de corrupción, y esto podría estar potenciado o incluso alentado por malas prácticas de negocios y falta de transparencia por parte de quienes comercian con ellos.

El G8 puede dar soporte también a los ladrillos de crecimiento subyacentes, incluyendo el estado de derecho, la ausencia de conflicto y corrupción, y la presencia de derechos de propiedad e instituciones fuertes -lo que he denominado el “hilo de oro” que hace que las economías y sociedades abiertas sean los mejores cimientos para el crecimiento. Espero que nuestro trabajo demuestre que no se trata solamente de lo que los países en vías de desarrollo hacen. Nosotros, en el mundo desarrollado, necesitamos trabajar conjuntamente con ellos para prevenir el lavado de dinero y erradicar las coimas y la corrupción. Necesitamos analizar cómo mejorar la transparencia -incluyendo la iniciativa de transparencia en el sector de la construcción y también nuevas ideas, como una alianza global de transparencia.

Pueden leer la carta completa de Cameron acá.

 

OGP: El gran esfuerzo internacional

Barack Obama acaba de ser reelecto para un segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. Su rol en el mapa del Gobierno Abierto no es menor. Hace cuatro años, en su primer día en la Casa Blanca lanzó la iniciativa de Gobierno Abierto. “Mi administración está comprometida a crear un nivel de apertura sin precedentes en el Gobierno. Vamos a trabajar juntos para asegurar la confianza pública y establecer un sistema de transparencia, participación pública y colaboración. La apertura fortalecerá nuestra democracia y promoverá la eficiencia y efectividad del Gobierno…”, decía Obama en su discurso de presentación.

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