En repetidas oportunidades, con mayor o menor regularidad en el tiempo, se nos invita a discusiones sobre lo que muchos llaman “nuevas pobrezas”. Se trata de un concepto, de arquitectura argumental dudosa, que intenta postular a partir del uso en plural, la existencia de varios modos de vivir en condiciones de pobreza.
Sus defensores argumentan que su uso puede tener utilidad estratégica, sobre todo porque segmentar la pobreza en “grados” –sostienen- posibilita identificar problemas y necesidades aun más particularizadas. El problema deja de ser entonces “La Pobreza” y pasa a ser –casi con curiosidad etnográfica- los diferentes modos der “ser” pobre. Continuar leyendo