El gobierno de Dilma ha hecho una serie de importantes anuncios en materia de infraestructura, de cara a afrontar un Mundial de Fútbol y unos Juegos Olímpicos. Esas inversiones en aeropuertos, autopistas, hotelería, servicios, parece que no alcanzan para que el PIB suba con fuerza y se retomen las tasas de 2010.
Brasil tiene un riesgo latente: la falta de crecimiento no presenta todavía estímulos de cambio, pero además hay datos de inflación que son más altos que los esperados. Sin ir más lejos, el mes pasado registró un índice de 0,55%, cifra más alta que las esperadas por los economistas.
El peso de Brasil en la región es un buen termómetro para analizar qué pasará con el resto de las economías. Por eso, conversamos con Kathryn Rooney (@KRooneyVera), analista de mercados emergentes de Bultick Capital.