La crisis de Chipre era algo pequeño, pero las decisiones políticas sobre la economía han provocado un verdadero caos.
La primera insólita medida es decirle a un país de la UE que se le aplica un control en el flujo de capitales, esto es matar el mismo concepto de Unión Monetaria y Económica: hay libertad para trasladarse pero para Chipre, el dinero no puede salir.