
Por: Jimena Friadenrich
Shoam para los tehuelches, güemul de los araucanos, el huemul ha sido parte importante en la vida de los antiguos habitantes de la Patagonia, cuando las poblaciones de este robusto ciervo ocupaban no sólo la cordillera andina austral sino también parte de los pastizales subandinos.
En la actualidad su presencia se ha vuelto poco frecuente, debido a la reducción de su hábitat, la caza y las enfermedades transmitidas por el ganado, que acompañaron a la ocupación europea y criolla de las tierras patagónicas. Hoy la supervivencia del huemul, peregrino de las montañas, depende de las medidas que se adopten. Para ofrecerle las máximas garantías de conservación esta especie emblemática de los Andes, fue declarada Monumento Natural Nacional en el año 1996, por Ley Nº 24.702.
Ficha Técnica
Nombre científico: Hippocamelus bisulcus.
Medidas: hasta 1 metro de altura en la cruz.
Peso: hasta 90 kg.
Hábitat: bosque abierto de lenga y matorral. Pastizales de altura (en verano).
Alimentación: renovales de árboles, arbustos y hierbas, que varían con la latitud y estación.
Período de gestación: 6 a 7 meses.
Crías: una por parición. De color uniforme (sin manchas).
Área de distribución
Es un animal exclusivo de Argentina y Chile. Actualmente en nuestro país vive, de manera fragmentada y aislada, en la región de los bosques patagónicos, desde Neuquén hasta Santa Cruz. Se encuentra protegido en los Parques Nacionales Nahuel Huapi (Provincias de Neuquén y Río Negro), Lago Puelo y Los Alerces (Provincia de Chubut), Perito Moreno y Los Glaciares (Provincia de Santa Cruz).
El Fantasma de los Andes
Puede vivir solitario o formando pequeños grupos familiares. Su apareamiento tiene lugar desde fines del verano hasta promediar el otoño; a fines de julio los machos pierden sus astas. Se le conocen varias “voces” durante el celo, en alerta y de contacto hembra-cría. Excelente nadador, cruza ríos y lagos con facilidad.
De cuerpo robusto, sus miembros fuertes y relativamente cortos indican su adaptación para trepar en ambientes montañosos. Sólo los machos poseen astas, de unos 30 centímetros de longitud y bifurcadas. El pelaje denso y grueso lo protege del clima riguroso. Varía del pardo oscuro en verano a un amarillento invernal, cuando lo cambian parcialmente.
En su cara presenta una característica mancha oscura con forma de “Y”, que es visible sólo en los machos adultos. Sus grandes orejas (más de 20 centímetros) actúan como pantallas que les permiten escuchar los mínimos sonidos.
Interactuando con el Huemul
La paciencia y la prudencia se premian con encuentros inolvidables… ¿Qué debe hacer en ese momento?
- Dejale una vía de escape, quedate quieto, sacale fotografías. De esta forma, serás una ayuda para cuidar al huemul en su mundo.
- Cualquier rastro: huellas, huesos, astas caídas, pelos, marcas en los árboles nos cuenta de su vida. Dejalo donde está, hacé anotaciones y fotografialo.
- Si tenés la fortuna de obtener datos sobre el huemul, compartilos con las instituciones que, como vos, se preocupan por su conservación.
Por qué está desapareciendo
Podemos hallar testimonios de los primeros contactos entre el hombre y el huemul en sus representaciones, plasmadas en el arte rupestre y en los utensilios fabricados con sus huesos encontrados en fogones de más de 8 mil años de antigüedad. Con seguridad, el huemul representó un recurso importante para los grupos de cazadores – recolectores patagónicos, que aprovechaban su carne, cuero, astas y huesos. Los verdaderos problemas comenzaron con la introducción de las armas de fuego y los perros. Debido a su mansedumbre, era muy común matar a un huemul, incluso con un cuchillo, acercándose hasta unos pocos metros.
Los perros no sólo causaron bajas entre los adultos en las cacerías, las crías eran las víctimas preferidas de las jaurías. Los bosques donde se refugiaban fueron la fuente de madera y combustible para los colonos. A la tala se sumaron los incendios provocados para crear campos de pasturas para el ganado. La actividad ganadera desplazó a los grupos que habitaban la estepa, y les transmitió nuevas enfermedades para las que el huemul no tenían defensas biológicas.
Por ultimo, a comienzos del siglo XX, se produjo la introducción del ciervo europeo en los antiguos territorios donde reinaban los huemules. Más grandes, territoriales y agresivos, estos ciervos desplazaron a los animales nativos a parajes recónditos de la cordillera andina. Actualmente el huemul es objeto de varios estudios que permiten obtener información para optimizar su conservación. Dadas las dificultades para su observación directa, estos estudios suelen emplear evidencias de su presencia: sus rastros (huellas, bosteos, astas caídas, pelos o marcas en la vegetación).
Su protección
Tanto Argentina como Chile comparten el huemul, su hogar y el desafío de su protección. Nadie sabe con certeza cuántas pequeñas familias de estos ciervos en la actualidad se refugian en la cordillera patagónica argentino-chilena, aunque se estima que unos 600 ejemplares viven en nuestro territorio nacional. Estos se encuentran protegidos por varias leyes nacionales y provinciales, y fueron declarados monumentos provinciales en Chubut, Río Negro y Santa Cruz.
Mundialmente se encuentra clasificado dentro del apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES), el cual prohibe toda acción de comercio internacional de sus productos. La Administración de Parques Nacionales, las áreas protegidas provinciales y varias organizaciones no gubernamentales, sumadas a las instituciones transcordilleranas, trabajan para que el huemul –el fantasma de los Andes–no se vaya de nuestras montañas y de nuestra cultura. En este marco, desde el año 1992 se lleva a cabo el programa “Conservación del Huemul” de la Administración de Parques Nacionales, y se realizan las reuniones binacionales entre Chile y Argentina.
Programa Conservación del huemul
Antecendentes
El huemul es la única especie de ciervo de América del Sur declarada “En Peligro de Extinción” a nivel internacional (IUCN 2007). También se lo considera En Peligro tanto en Argentina (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Resolución 1030/2004) como en Chile, los únicos dos países donde habita. A su vez, ha sido declarado Monumento Natural Nacional (Ley 24.702) en Argentina; y las Provincias de Santa Cruz (Ley 2103), Chubut (Ley 4793) y Río Negro (Ley 2646) también le otorgaron esa figura a nivel provincial.
La existencia de seis Parques Nacionales: Los Glaciares, Perito Moreno, Los Alerces, Lago Puelo, Nahuel Huapi y Lanín en el área de distribución del huemul –con presencia actual confirmada en los cinco primeros-, hace que las acciones de manejo y protección que promueva la Administración de Parques Nacionales (APN) cobren significativa relevancia para su conservación en Argentina. Los primeros informes de guardaparques y personal técnico del Organismo sobre el huemul, de que tengamos conocimiento, datan de 1946, originados en el Parque Nacional Nahuel Huapi, si bien aún no se hacía referencia en ellos al estado de conservación de la especie.
A mediados de la década del ‘70 se focaliza la atención en la situación de conservación de la especie, comenzando una etapa de registro de datos a través de informes de los guardaparques. Aparecen en esta época los primeros registros de la presencia de huemules en los Parques Nacionales Los Alerces y Los Glaciares. Entre 1984 y 1986 el entonces “Grupo de Investigación Ecológica del Parque Nacional Nahuel Huapi” desarrolló un
sistema de registro de información de avistajes de ejemplares y signos de la presencia de huemules, a través de planillas especialmente diseñadas para ello. Este sistema fue de aplicación no sólo en dicho Parque Nacional sino en todos los que contaban con antecedentes o posibilidades de contener poblaciones de huemul.
En diciembre de 1992, la APN organiza la “Primera Reunión Binacional Argentino-Chilena sobre estrategias de Conservación del Huemul”, que contó con la participación de las principales instituciones gubernamentales argentinas y chilenas, así como ONG’s de ambos países vinculadas con la conservación de la especie. De esta reunión surge un Plan de Acción acordado entre los participantes, que posteriormente es aprobado por la APN (Resolución Nº 104/93 del Presidente del Directorio). A partir de entonces, las actividades de la Administración de Parques Nacionales en relación al huemul se enmarcan en un programa propio para la especie, el Programa Conservación del Huemul, coordinado desde la Delegación Regional Patagonia (DRP) -Resoluciones APN Nº 104/93 y 75/02-.
Si bien ya existían algunos contactos previos, a partir de la 1° Reunión Binacional se inicia una estrecha relación con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), organismo oficial que administra las áreas protegidas chilenas, y el Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), la organización no gubernamental de conservación más importante de Chile y que cuenta con un proyecto de protección del huemul.
Asimismo, desde un principio se trabajó conjuntamente con los responsables del Proyecto Huemul de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), iniciado en 1986 y coordinado por el Ing. Agr. Alejandro Serret, que en 1988 inicia los primeros trabajos de relevamientos en el Parque Nacional Perito Moreno. Posteriormente, en 1991 la DRP gestiona la contratación del Ing. Agr. Alejandro Serret para iniciar los relevamientos en el Parque Nacional Los Glaciares.
La Administración de Parques Nacionales continúa manteniendo un permanente contacto con la Dirección de Fauna de la Nación y con las Direcciones de Fauna Provinciales, así como con la FVSA. A partir del año
2000, se comienza a trabajar conjuntamente con personal de la “Wildlife Conservation Society” (WCS), en el marco de un proyecto de dicha Institución y la FVSA en los P.N. Nahuel Huapi, Los Alerces y Los Glaciares.
La información sobre el huemul existente hasta 1993 cuando se inicia el Programa Conservación del Huemul, era muy variable en los distintos Parques Nacionales. El Parque Nacional Lanín contaba sólo con algunos registros de huemul de las décadas del ‘30 y ‘40; los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Los Alerces disponían de escasos y aislados registros de presencia de huemules y el Parque Nacional Lago Puelo no contaba con
registros. El Parque Nacional con información más completa era el P.N. Perito Moreno, donde la FVSA venía trabajando desde 1981; mientras que el P.N. Los Glaciares comenzaba a tener buena información a partir de la beca otorgada por la APN a A. Serret en 1991.
¿Por qué es importante un programa especial para el huemul?
Algunos de los principales aspectos que justifican la necesidad de realizar un esfuerzo especial dirigido a la conservación “in situ” del huemul, el mayor herbívoro de los bosques sub-antárticos, son:
- Su distribución original es relativamente restringida. Tiene un alto grado de singularidad genética, ya que pertenece a un género con sólo dos especies, es decir que está bastante diferenciado de los demás ciervos.
- En las regiones biogeográficas a las que pertenece el huemul, la comunidad de herbívoros grandes es - llamativamente- de una bajísima diversidad: sus únicos integrantes son el huemul y el guanaco. Porende, el huemul representa una parte muy significativa de todo un grupo trófico-funcional de estos ecosistemas.
- Puede ser considerada una “especie paraguas”. Sus importantes requerimientos de área, de conectividad y de diversidad de hábitats hacen que, al protegerlo, simultáneamente se protejan otras especies que comparten su hábitat.
- También una “especie bandera1”.
- Está considerada “En Peligro de Extinción” en los dos únicos países en que vive y a nivel internacional (IUCN, 2007), siendo la única especie de ciervo sudamericano con esa categoría de conservación.
- Se registran bajas densidades y pequeños núcleos poblacionales, aún en las áreas más estudiadas.
- Aún quedan aspectos básicos de la ecología del huemul poco conocidos o sin conocer.
- La desaparición y disminución de las poblaciones de huemul se relaciona con factores que pueden minimizarse con acciones adecuadas de manejo: la modificación y fragmentación del hábitat por la sustitución y explotación del bosque nativo, la ganadería extensiva, la introducción de especies herbívoras exóticas, los incendios forestales intencionales y las grandes obras de infraestructura, junto con la caza furtiva y el ahuyentamiento y depredación por perros, han sido las principales causas que han sido vinculadas con su declinación.
- Hay algunas evidencias de incrementos poblacionales y recolonización de áreas, tras la implementación de medidas de protección y manejo: Reserva Nacional Tamango; Parque Nacional Torres del Paine, ambos en Chile; y P.N. Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares en Argentina.
Características y objetivos del Programa
Surge como un programa a largo plazo con la meta de contar con un sistema organizado de relevamientos de áreas, ubicación y monitoreo de subpoblaciones o grupos de huemules dentro de los Parques Nacionales, e identificación y corrección de los problemas de conservación existentes. Para ello, contempla tareas de gestión, entrenamiento, educación, difusión, etc.
El Programa es coordinado por la DRP y en cada Parque Nacional con presencia de huemul, se designa por Disposición de la Intendencia a un guardaparque responsable. El Programa no cuenta con un presupuesto
propio dentro de la Administración de Parques Nacionales, sino que sus actividades son incorporadas a la planificación operativa y presupuesto anual de cada Parque Nacional. Periódicamente se realizan actividades de
capacitación (teóricas y prácticas) dirigidas a guardaparques y personal de la institución en general, para la identificación de los ambientes adecuados y la búsqueda de signos de presencia de la especie.
Información y relevamientos. Los primeros aspectos que se desarrollaron desde el Programa fueron la búsqueda y ordenamiento de la información existente hasta ese momento, y la implementación de un método de registro uniforme y sistematizado para todos los Parques Nacionales. Para esto último, se elaboraron planillas de registro de datos y avistajes, donde se resume la información básica a tomar ante un registro de ejemplares o signos de presencia de huemul. Se planifican recorridas anuales en cada Parque Nacional para relevamientos de las distintas áreas con presencia potencial de la especie. Las planillas completadas en estas recorridas se remiten a la DRP donde son procesadas y volcadas a una base de datos computarizada. A partir de esta base de datos, se elaboran resúmenes anuales de registros por Parque Nacional y mapas de presencia y distribución Guardaparques del Parque Nacionales Los Alerces trabajando en una transecta en la ladera del Cerro Riscoso. A su vez, esta base de datos es útil para observar tendencias poblacionales, inferir patrones de uso del hábitat, planificar nuevas recorridas, entre otros.
Problemas de conservación.
Luego de esta primera etapa centrada en obtener el mapeo de las poblaciones existentes en los Parques Nacionales e identificar los núcleos más importantes, el objetivo prioritario del Programa pasó a ser la identificación de los problemas de conservación y promover y asistir en la aplicación –principalmente a través de las Intendencias de los Parques- de las acciones necesarias para
solucionarlos.
En el año 2003 se implementó una planilla de “amenazas por sectores” de cada Parque Nacional, con el objetivo de detectar y registrar las amenazas para cada una de las subpoblaciones existentes en distintos sectores de cada Parque Nacional. Según las particularidades de cada caso, se establece y propone la acción o las acciones de manejo necesarias y adecuadas para solucionar el problema de conservación específico, y se asiste
técnicamente a las intendencias para su implementación. A su vez, como producto de este trabajo, se definieron una serie de objetivos de protección de orden general para todos los Parques Nacionales con presencia de huemul:
- controlar la invasión ganadera
- evitar o minimizar la dispersión del ciervo colorado
- regular la tenencia y uso de perros
- concientizar a pobladores, comunidades y poblaciones vecinas
- aumentar el control y fiscalización de las áreas
- coordinar actividades con Gendarmería Nacional y otras Fuerzas de seguridad y control
- comenzar a trabajar en conjunto entre los “complejos de áreas protegidas contiguas”: Parque Nacional Lanín, Parque Nacional Nahuel Huapi, Parque nacional V. Pérez Rosales – Parque Nacional Puyehue – Reserva Natural Villarrica, Parque Nacional Los Glaciares – Parque Nacional Torres del Paine – Parque Nacional O´Higgins, Parque Nacional Lago Puelo – Parque Provincial Río Turbio – Reserva Provincial Epuyén, Parque Nacional Los Alerces – Parque Pumalín – PN Hornopirén.
Monitoreo de poblaciones.
El sector del Cerro Riscoso, Reserva Nacional Los Alerces, cuenta con una población estable de huemul de suma importancia para la conservación de la especie en la región, y en particular en el Parque Nacional Los Alerces. Por este motivo, a fines del 2006 se inició un programa de monitoreo de esta población, a través de una metodología que permite evaluar la tendencia de la población a lo largo del tiempo y registrar su avance o retroceso en el Cerro Riscoso. Se disponen transectas que se recorren semestralmente registrando los distintos signos de presencia de ejemplares.
Asimismo, a fines del 2007 se inició un proceso similar con la población del Parque Nacional Lago Puelo. En un futuro se pretende ir ampliando los sectores monitoreados, de modo de cubrir las principales poblaciones de cada Parque Nacional. Investigación. El Programa no contempla la realización por sí mismo de proyectos de investigación, sino que procura identificar los vacíos en la información de base necesaria para planificar el manejo y conservación de las poblaciones en los Parques Nacionales. Al mismo tiempo, procura interesar a intituciones oficiales y no gubernamentales, investigadores privados, etc. a realizar los estudios prioritarios, u otros que se propongan y sean considerados de interés, ofreciendo para ello la mayor colaboración posible.
Necesidades prioritarias de investigación:
Hábitat y dieta:
Localización, distribución y tamaño de:
a) hábitat y dieta p/crianza y lactación
b) hábitat y dieta de mantenimiento: invierno y verano
c) áreas de tránsito entre poblaciones
Poblacionales:
Factores que afectan la mortalidad (depredación, enfermedades, competencia, etc.):
a) de las crías (reclutamiento)
b) de los adultos (pérdidas en la población)
Establecer un sistema de monitoreo de la abundancia relativa y tendencia de las principales
poblaciones.
Impactos:
Interacción con:
a) ciervo colorado (competencia/coexistencia/desplazamiento?)
b) ganado doméstico y bagual
c) depredadores (puma, zorro, perros)
d) usos turísticos
Objetivos del Programa Conservación del huemul:
Conocer en cada Parque Nacional:
- Distribución actual e histórica.
- Cuáles son las áreas más importantes para el huemul: otoño-invierno; primavera-verano; sectores de vinculación y desplazamientos/dispersión; sectores importantes para la conexión o “conectividad” entre subpoblaciones.
- Áreas potenciales.
Identificar en cada sitio:
- Los principales problemas de conservación para la subpoblación presente.
- Las acciones necesarias para la solución de los problemas de conservación detectados:
- Solución inmediata de las eventuales irregularidades de uso en el área (presencia de ganado no autorizado, presencia de perros, actividades no autorizadas, etc.).
- Regulación de los usos permitidos, reconversión de actividades ganaderas, etc.
- Propuestas de “área crítica”.
- Las acciones para asegurar el mantenimiento de las condiciones de hábitat y tranquilidad para la supervivencia de cada subpoblación.
- Incorporar a los Planes de Manejo de los Parques las restricciones para cada sitio.
- Implementación de áreas críticas.
Estudios sobre el hábitat y las subpoblaciones:
- Determinar las necesidades de monitoreo e investigación para el manejo y conservación del hábitat del huemul y de las subpoblaciones existentes.
- Promover la realización de proyectos de estudio a través de Universidades y otras instituciones de investigación, en base a las necesidades detectadas.
- Colaborar y participar en la medida de las posibilidades con los proyectos de investigación que se realicen.
Aspectos administrativos y de gestión:
- Participar activamente en el “Plan Nacional de conservación y recuperación del huemul en Argentina”.
- Coordinar tareas de campo, protección, control, educativas, de difusión, etc., con las autoridades de las áreas provinciales vecinas a los P.N., Gendarmería Nacional, Instituciones y Organizaciones No Gubernamentales del país y de Chile que trabajan para la conservación de la especie.
- Continuar y acrecentar el intercambio con la Coorporación Nacional Forestal (CONAF), entidad oficial chilena a cargo del “Programa Conservación del Huemul” en ese país
- Darle continuidad a las Reuniones Binacionales.
Principales amenazas a nivel binacional y regional para el huemul.
1 – Destrucción y/o modificación del hábitat: Es el factor principal de los que han
conducido al retroceso de la especie y la principal amenaza actual. Engloba varios procesos:
- Ganadería extensiva: La ganadería extensiva, es incompatible con la supervivencia del huemul a largo plazo. Esto se debe a la competencia por el alimento y a las prácticas de manejo ganadero (arreos con perros) que llevan al huemul a evitar áreas con presencia permanente de ganado.
- Reemplazo de la vegetación nativa por especies exóticas: Si bien este no ha sido un factor importante en el retroceso de la especie en el pasado, el incremento de la superficie de plantaciones de coníferas introducidas es preocupante como tendencia futura. El reemplazo de la vegetación autóctona por coníferas exóticas atenta contra la mayoría de la flora y fauna nativa -incluyendo al huemul-.
- Manejo no sustentable del bosque nativo: La explotación irracional del bosque nativo, sin planes que den lugar a la renovación del recurso y sin los controles necesarios, además de atentar contra el uso a perpetuidad del bosque afecta directamente el hábitat del huemul.
- Introducción de especies de fauna exótica: La presencia de animales exóticos como liebres, ciervos colorados, jabalíes o ganado en los bosques andino-patagónicos atenta contra la regeneración del bosque, potencia los procesos erosivos y es un factor de competencia por recursos (alimento, áreas de invernada, etc.). En particular el ciervo colorado -debido a su historia evolutiva en sus tierras originarias-, está dotado de una alta agresividad competitiva, una plasticidad para el uso del hábitat y una tolerancia a los disturbios que permiten que desplace al huemul en las áreas en que se superponen.
- Obras de infraestructura: Las obras de infraestructura (caminos, gasoductos, oleoductos, represas hidroeléctricas, centros de esquí, refugios, etc.) que se realizan en áreas con huemules pueden conducir a la pérdida de porciones importantes de hábitat o a fragmentación y aislamiento de poblaciones al constituirse en barreras para los animales.
2- Caza furtiva: Existe caza furtiva de huemules en ambos países. La misma ocurre tanto fuera como dentro de áreas protegidas. Su efecto, aún cuando el número de animales cazados por año sea bajo, es grave dado el reducido tamaño de las poblaciones existentes.
3- Enfermedades: Hay indicaciones de la transmisión al huemul de enfermedades infecciosas y parasitarias desde el ganado bovino, ovino y caprino: brucelosis (Drouilly 1983), coccidiosis (Texera 1974), aftosa y otras. Además, hay varias otras enfermedades de animales domésticos o silvestres introducidos, con potencial para afectar al huemul (p. ej. actinomicosis). Los Ungulados silvestres introducidos, particularmente los cérvidos, representan riesgos importantes de transmisión de enfermedades.
4- Presencia de perros: La presencia de perros, ligados a las actividades humanas o asilvestrados, resulta en disturbio y/o muerte de individuos por predación.
5- Pequeño tamaño de las poblaciones, fragmentación y aislamiento genético: Numerosas localidades con presencia de huemules se encuentran aisladas debido a la acción humana, con nulas o muy bajas probabilidades de intercambio de ejemplares (y de genes) entre poblaciones. Esta falta de intercambio acarrea consecuencias múltiples: mayor probabilidad de consanguinidad, menor capacidad de respuesta ante enfermedades y
catástrofes (incendios, terremotos, derrumbes, etc.) y mayor vulnerabilidad ante depredadores.
6 – Desarrollo turístico no planificado: Si el desarrollo turístico (centros turísticos, de esquí, turismo “de aventura”, etc.) se produce sin tomar en consideración los requerimientos del huemul, conduce a disturbios muy perjudiciales para esta especie altamente sensible por su comportamiento y requerimientos ecológicos. El turismo está en constante aumento en toda el área de distribución de la especie y va llegando a sitios cada vez más remotos y en todas las estaciones del año. Algunas modalidades, si se regulan, pueden ser un valioso aliado de la conservación del huemul; sin regulación pueden atentar contra ella.
Vicealmirante O’Connor 1188, (8400) Bariloche.
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