Los llamados caps son, tradicionalmente en el rugby, la cantidad de partidos internacionales que un jugador acumula en su carrera, y esta forma de denominarlos surgió de las gorras que provienen del fútbol.
Al principio eran un componente más del uniforme de juego. Dependiendo del color, era la única manera de identificar a los distintos colegios o universidades. Además, era un símbolo de distinción para los buenos o destacados deportistas.
En el año 1866, un futbolista puso como norma que todos los jugadores que formaran parte de un partido internacional del conjunto inglés fueran recompensados con una gorra blanca de seda, bordada con una rosa colorada en el frente. A partir de ahí serían llamadas international caps.
Es por eso que cap quedó como sinónimo de partido internacional. Esta tradición más tarde fue trasladada al rugby y al resto de selecciones de las islas británicas.
Las gorras, como elemento de orgullo, estaban y están confeccionadas en terciopelo y con finos hilos, siendo un elemento muy cotizado en las casas de subastas.