Por: Luciano Tourn
No logo, el libro de Naomi Klein, se lanzó en el 2000 con gran éxito editorial y argumentativo. Su crítica furibunda a las marcas, la globalización y las empresas multinacionales resonó en gran parte del mundo desarrollado, donde mucha gente ya recelaba del aumento del poder corporativo. Se dió un debate interesante, con defensores y críticos. Muchas empresas acusaron el golpe y aumentaron su foco en iniciativas de responsabilidad social.
En Argentina con la mega crisis de principios de siglo teníamos motivos más urgentes de preocupación que este contrapunto. Había que reconstruir el entramado social, y se avanzó como se pudo. El pragmatismo de los primeros años kirchneristas mezcló público y privado, en un capitalismo de estado con límites y ética difusa.
El debate sobre el rol privado se dió otra vez en el 2008, con la crisis financiera iniciada en Estados Unidos y luego extendida al mundo. Sin embargo esta vez fue el sector financiero el individualizado por la crítica. Las marcas globales estuvieron a salvo, y su reputación en cambio se mantuvo en ascenso.
Pero en Argentina la tendencia es otra. El “modelo” está cada vez más enfrentado con la iniciativa privada. Las políticas del gobierno colocaron al país en el puesto 124 sobre 185 respecto a sus facilidades (dificultades) para desarrollar empresas. Las marcas privadas son atacadas – Clarín al frente, pero también Techint, Shell, y todo el que no se alínea- bajo el argumento de defender intereses contrarios al desarrollo del país. El estado decide que marcas Sí (amigas) y que marcas No. El principio es siempre el de sospecha: una marca es mala hasta que se demuestre lo contrario.
Que el estado elija a dedo que marcas prosperan y cuales sucumben es la mejor forma de aniquilarlas a todas, porque se elimina su base de credibilidad. Argentina se encamina a ser un país No Logo. En este blog me propongo argumentar que la política de ataque a las marcas, la globalización y la iniciativa privada es errada. Destruye riqueza.
Elegí como título #SíLogo para hacerle un guiño al libro de Klein. Estoy convencido que necesitamos más Logos-Marcas-Empresas-Iniciativa Privada para desarrollarnos. Espero poder fundamentar bien mi punto. Y sino, me lo harán saber en los comentarios. Veremos que sale.