Todos tenemos un pasado, alguna historia irresuelta, un tomuer en el placard. La vida es así, nos cruza con diversas personas que están en diferentes momentos y que, lamentablemente, muchas veces son incompatibles con nosotros. No hay muchas más vueltas que darle al asunto. Yo, a veces, me río de mi voluntad de tratar de encontrarle inútilmente explicaciones racionales a los desencuentros amorosos. No, macho, no funca eso. Cuando la cosa viene fulera hay que bancársela y seguir. Pero hay cosas que me fastidian, y una de ellas es cuando me cargan con mochilas pesadas de un pasado que jamás viví, de alguien que nunca fui, de cosas que en ningún momento dije. Así que antes de que vos y yo hablemos por primera vez, dejame dejártelo bien clarito: yo no soy tu ex.