Desde siempre, en el ámbito empresarial han existido dos formas de cautivar al público al que se desea llegar. Una es la de trabajar con perfil bajo, ofreciendo un producto o servicio que agrade cada vez más a sus clientes y atraiga a nuevos consumidores. Mientras que el otro estilo es irrumpir en la escena con grandes golpes de efecto, acaparando de inmediato la atención.
Este segundo “plan de marketing” siempre ha sido el que guió el destino de Red Bull, el líder mundial en bebidas energizantes. Su gran despliegue organizativo para los eventos, junto a una repercusión mediática en gran parte del planeta, marcó un antes y un después en los denominados deportes “extremos”. Y así fue como las competiciones de escalada, paracaidismo, esquí extremo, wakeboard, parkour, windsurf, mountain bike y skate, por citar sólo algunas, pasaron a formar parte de los programas de radio y TV, los artículos y publicidades en diarios, revistas y páginas de Internet, los cables de agencias de noticias, etc., etc., etc…