Imponente espectadora de un momento litúrgico, la Catedral neogótica de la Capital de la Provincia de Buenos Aires se cosquillea con el temblor de un par de docenas de piecitos que rítmicamente van raspando las baldosas de la Plaza más misteriosa del territorio bonaerense, esa misma que fue escenario de historias de masones y de túneles subterráneos secretos.