Cuando la luz del smartphone sirve para operar y salvar vidas en Siria

“Marwan estaba tendido en la mesa de operaciones cuando las luces parpadearon y se apagaron. Encendí la linterna que utilizaba en esas ocasiones, pero empezó a fallar al acabarse las pilas. La enfermera a mi izquierda sacó su celular del bolsillo y lo encendió, ofreciendo la única luz en el sótano a oscuras. Otros hicieron lo mismo con sus móviles, enfocando las luces hacia la herida y dando la luz suficiente para que yo pudiera seguir operando al chico.
Marwan había llegado a mi hospital de campaña, construido bajo tierra para evitar los bombardeos, después de perder a su madre, su hermana y dos piernas tras un ataque con ‘barriles bomba’. Después de la operación, me preguntó con su voz tímida: “¿Voy a ser capaz de ir más a la escuela?”.

Con estos párrafos comienza el artículo: The Carnage of Barrel Bombs in Syria un conmovedor documento publicado en el NY Times sobre las condiciones en Alepo y el terror a las bombas barriles que caen desde los helicópteros.
El pasado domingo leyendo una revista dominical sobre como los médicos israelitas atienden a pacientes de guerra de la vecina Siria, me dejó estupefacto la foto que acompañaba el artículo en la que se veía una niña recibiendo asistencia en un hospital de campaña de Damasco después de que la aviación del régimen bombardeara su barrio.
En los hospitales la falta de medios y medicamentos obliga a los pocos facultativos que trabajan en la zona agenciárselas para poder salvar vidas. Vemos como un halo de luz de un smartphone, a parte de poner los pelos de punta, puede ayudar a salvar vidas… otro ejemplo extremo más de mi frase de cabecera: “No me importa la tecnología sino lo que podamos hacer con ella”

Operando a la luz del móvil en Alepo

Operando a la luz del móvil en Alepo