En primer, lugar quería agradecer a Fenix Entertainment Group por hacer posible que, dos monstruos como Djokovic y Nadal pudieran deleitarnos con su presencia en Argentina. La sencillez del español y las locuras de Novak, se trasformaron en una fuente de inspiración para muchísimos jóvenes argentinos. Pero no todo lo que brilla es oro, en este post pretenderé relatarle lo vivido en aquel espectáculo desde la óptica de un simple espectador, ya que en esta oportunidad tuve la suerte de no acreditarme como prensa y acceder al show comprando la entrada, allí va el relato con lo que pude apreciar, tanto lo bueno como aquello que se podría mejorar.
El ingreso
Como el espectáculo se había montado en La Rural, me benefició ya que podía llegar caminando sin la necesidad imperiosa de utilizar el auto, aunque el predio contaba con un estacionamiento cubierto con capacidad de 1000 autos, algunos allegados me comentaron que esa situación fue caótica. Estaban los prepotentes de siempre tratando de tirarte el auto para pasar primero y sin personal que controlara y ordenara esa situación.
Para los que ingresamos a pie el tema no fue muy diferente, resulta que en La Rural también se desarrollaba la Feria de las Naciones y no te vayas a equivocar de cola, nadie te decía cuál era la de tenis. Yo me paré en la correcta, otros no tuvieron la misma suerte.
Una vez dentro del predio el ingreso al estadio continuó con la misma tónica o peor, colas por todos lados, gente que se colaba, nadie entendía nada y nadie te explicaba.