Nunca hay que ponerse en contra de un tren que viene a toda velocidad. Y hoy, Wal-Mart es uno de esos trenes.
A pesar de fantasmas que rondan por doquier, no hay dudas de que los “bears” (bajistas) que apostaron a caídas ya sea por la crisis europea, por la belicosidad de Kim Jong en Corea del Norte, por amenaza de guerra entre China y Japón, por el corralito chipriota, por la crisis de deuda Italiana, o por todas esas razones juntas, han sido aplastados una y otra vez. Ninguna de esas amenazas, entre otras, fueron suficientes para hacer detener el alza de los índices accionarios norteamericanos desde los pisos de abril de 2009.