Por: Yanela Biancardi
Uno de los temas que siempre les remarco cuando nos planteamos cómo hacer para que nuestro evento quede en la mente de los que asisten a él es la originalidad, ese disparador no esperado que descolocará positivamente a nuestro público. Y esta recomendación no remite sólo a los eventos empresariales: los sociales también pueden ser creativos. El hecho de que los invitados sean personas queridas y sepamos que están allí por nosotros no excluye la posibilidad de sorpresa; al contrario, es una muy buena manera de agradecerles su presencia.
Dentro del grupo de los OPE que ofrecen servicios especiales para eventos sociales se encuentra Tu Ceremonia, una empresa que se encarga de bodas personalizadas. Tuve la oportunidad de charlar con Javier Gerenschtein, su creador y director. Abogado, docente y oficiante, se define como una persona “creativa y apasionada”. “Me dicen que soy un descubridor de historias de amor”, apunta.
Vos estás especializado en un nicho específico. ¿Cómo ves el mercado este año?
Yo veo que este nicho está en constante crecimiento y este año no es la excepción. Estoy convencido que este tipo de ceremonias (no convencionales) ya dejaron de ser una moda y son una verdadera tendencia. Y hay dos aspectos que nos marcan esta circunstancia. En primer lugar, las propias parejas nos expresan que más allá de la importancia del casamiento civil y de la unión religiosa, lo que más se busca hoy es que la ceremonia sea realmente personalizada; que rescate la historia de amor que hay detrás de cada pareja. Por otro lado, en la actualidad muchísimas parejas ya consideran un despropósito hacer que todos los invitados se trasladen desde la Iglesia o la Sinagoga al salón donde después se realizará el festejo. Entonces, así como realizan la ceremonia en el Registro Civil un día de semana -y casi sin invitar gente-, también optan por pasar por la parroquia un día de semana y el día del festejo eligen una ceremonia no convencional que hable del amor, con todos los invitados y en el mismo salón.
Contame cómo fue la última boda diferente en la que participaste.
El pasado 22 de marzo tuve el placer de viajar a Villa La Angostura para oficiar una ceremonia laica de una pareja que vive en Buenos Aires pero que, como se conocieron ahí, quisieron celebrar su matrimonio en ese lugar: entre las montañas y a la orilla del lago Nahuel Huapi. Fue una experiencia especial porque, además de que el lugar y el clima se convirtieron en el escenario perfecto, hubo una energía muy linda por la hermosa historia de amor de la pareja y la emoción con que los novios se dedicaron sus votos, que hicieron llorar “hasta a las piedras”.
¿Qué sentís cuando finaliza una ceremonia?
En cada una de las ceremonias que hago, yo tengo como desafío personal conmover a los novios. Para lograr esto siempre trato de hacerlos pasar por diferentes estados de ánimo: hacerlos reír, emocionarse y recordar la historia que llevó a querer compartir el resto de sus vidas. Si logro esto, siento una enorme satisfacción. Además, tanto los novios como sus familias y amigos nos agradecen enormemente y nos destacan la calidez y la pasión con la que oficiamos cada ceremonia. Muchas veces nos pasa algo gracioso que es que algunos invitados, después de la ceremonia, nos preguntan si somos amigos de los novios, por cómo conocíamos y hablamos de su historia y por la onda con que hacemos la ceremonia. Esto nos hace sentir que hicimos bien nuestro trabajo.
¿Cómo es tu vínculo con los novios?
Para prestar un servicio personalizado, necesariamente tenemos que crear un vínculo con cada pareja. Para empezar, no hacemos ninguna ceremonia sin conocer personalmente a la pareja. En los casos que prestamos nuestro servicio en el Interior o fuera del país, mantenemos contacto con los novios a través de Skype. Una vez que nos contratan, comenzamos con la etapa de planificación de la ceremonia, para lo cual les enviamos material por correo electrónico para que los novios participen respondiendo preguntas acerca de su historia y de su relación y elijan y decidan cada uno de los detalles de la ceremonia. Es decir que los novios no son meros espectadores de su ceremonia sino que participan activamente en su planificación, lo que nos asegura que el producto final sea lo que ellos realmente soñaron y desearon hacer.
Contame algo divertido que te haya sucedido en una boda
Así como conté que algunas veces nos preguntan si somos amigos de los novios, otras veces nos preguntan si somos actores o si trabajamos en televisión. Creo que es por la linda energía que generamos en cada ceremonia. Eso me causa mucha gracia. Incluso, algunas veces nos han preguntado si nos disfrazaríamos para oficiar alguna ceremonia, como por ejemplo una vez que me preguntaron si me disfrazaría de Elvis Presley…
Creo que la palabra que mejor define el trabajo de Javier es alegría. La alegría que experimentan los invitados y los propios novios, que finalmente son sorprendidos a pesar de haber estado involucrados en la planificación de su propia boda.
Como ves, la creatividad está al alcance de la mano para aplicar en cualquier tipo de evento. Y los resultados, te aseguro, sobrepasarán tus expectativas.
¡Hasta la próxima semana!
Yanela Biancardi