Por: Mariela Blanco
Vamos a trabajar con un ejercicio de visualización que te ayudará, mediante una respiración consciente, a depurar aquellas emociones residuales y a recargarte con la energía vital universal que te aportará sanación y bienestar en todos los niveles de tu Ser.
- Busca una postura cómoda en la que puedas estar sentado por algunos minutos. Recuerda apagar tus teléfonos y disponer de un espacio tranquilo y silencioso que te permita concentrarte y entablar una relajación consciente. Puedes encender alguna música armónica y tranquila que te aporte bienestar o algún incienso o sahumerio de mirra que trabaja habilitando la limpieza energética.
- Comienza a respirar cerrando tus ojos suavemente para alcanzar una conexión con tu ser interior y apaciguar la mente.
- Visualiza que desde la base de tu espalda nacen raíces fuertes que bajan hasta el centro de la tierra manteniéndote conectado y firme a la fuerza y al núcleo vital terrestre. Toma conciencia de cómo estás siendo sostenido por la gran madre de todos los seres: La Naturaleza.
- Visualiza, también, una esfera de luz dorada brillante, vibrando, un metro por encima de tu cabeza y tu chackra corona (Centro superior de energía). Esta esfera simboliza y emana la luz divina, la energía universal que mantiene en unidad a todo lo que existe. Es una energía muy sabia y curativa que nos conecta con planos de conciencia superior, con nuestros guías y nuestros maestros.
- Concéntrate en sentir e integrar toda esa luz energética que llega desde la esfera brillante hasta tu cuerpo a través de tu cabeza. Recíbela, permite que ingrese generando una posición de apertura.
- Acomódate: Baja tus manos hasta la altura del ombligo y enfréntalas horizontalmente permitiendo que las puntas de los dedos de cada mano se rocen con los de la otra. Toma conciencia de esa posición internamente.
- Suelta. Comienza a subir las manos y al llegar a la parte superior del torso ábrelas desplegando al costado de tu cuerpo, al mismo tiempo que visualizas como dejas ir todas aquellas emociones que ya no te pertenecen, porque ya es tiempo de sanar. Entrégalas al universo confiando en que serán disueltas y transmutadas en amor.
- Regresa nutriendo. Al exhalar, las manos van volviendo por encima de tu cabeza hasta alcanzar la posición inicial. Allí vas visualizando como traes hacia tu cuerpo la energía saludable y de alta vibración que emana la esfera dorada brillante. Siente como la sanación va recorriendo cada parte de tu cuerpo y si existe alguna dolencia puedes detener tus manos a la altura de esa zona para que la energía de curación haga foco en ese lugar.
Realiza este ejercicio al menos siete veces completas para lograr una depuración y una recarga profunda.
Agradece este momento de sanación que tú mismo has creado, bendiciendo tu energía y tu vida en la tierra.
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