Inglaterra 1966: Un campeón con alma pirata

La cita mundialista organizada por los creadores del fútbol se inició en un clima enrarecido. A pocos meses del puntapié inicial, la copa Jules Rimet desapareció de las vidrieras de la tienda londinense Westminster Hall, donde estaba exhibida para promocionar el torneo. El enigmático robo puso en vilo al cuerpo de policía local, que a pesar de asignar a sus mejores hombres, no logró obtener ni una pista de la curiosa sustracción. Con la desesperación por el comienzo del Mundial, la Football Association le pidió al orfebre Alexander Clarke que realice una copia para sustituir el trofeo original. Sin embargo, antes de la finalización de la réplica, un perro llamado Pickle halló la estatuilla en un jardín del suburbio Beulah Hill. La misma se encontraba envuelta en varios periódicos y había sido tomada por un obrero portuario llamado Walter Bletchley. El hecho delictivo fue una premonición de lo que pasaría adentro de los campos de juego durante el campeonato.

Continuar leyendo