“Instrucciones” para ir a ver La Colección

#TeatroUnder

Gran acontecimiento: el estreno de una obra de Harold Pinter dirigida por Agustín Alezzo en El Camarín de las Musas. ¡Cómo no ir a verla! La Colección se estrenó hace un mes y se presenta a sala llena todos los viernes y sábados. Pero atención, tal vez antes de sentarse a verla resulte conveniente reparar en algunas sugerencias…

Porqué ir a ver La Colección

Escrita por Harold Pinter, La Colección compone parte de la marca capital del autor: una realidad insensata, casi incomprensible, en la que sus personajes conviven con miedo y desconfianza, sin lazos para la comunicación. Así, la obra avanza entre diálogos repletos de ironía, ambiguos y sin verdaderas certezas. La Colección resulta una puerta de entrada directa a ese universo de pocos sentidos y se suma a la seguidilla de obras del mismo autor que en el 2012 se llevaron a cabo en diferentes teatros de Buenos Aires: El Amante (dirección de Raúl Mereñuk), La Habitación (dirección de Gonzalo Facundo López), Sketches de Revista (dirección de Alejandro Vizzotti). Para todo interesado en la obra de Pinter, La Colección es una excelente elección.

Con más de cuarenta años de trayectoria, Agustín Alezzo, una vez más, demuestra que su experiencia, pasión y conocimientos mantienen el empuje que lo definió desde que dirigió su primera obra. Mientras aún estaba Los Justos (de Albert Camus) en cartel, el maestro y director de teatro no se tomó descanso y volvió a poner en escena una historia de Pinter, uno de sus autores preferidos (el año pasado dirigió Viejos tiempos, también El Camarín de las Musas). Alezzo es uno de los mayores referentes del teatro argentino y aún estando cerca de cumplir los 80 años, con cada una de sus obras, da cuenta de su vigor teatral.

Además de un teatro, El Camarín de las Musas tiene un amplio hall de entrada con un restaurant y mesas para quedarse a cenar. Después de ir  a ver una obra como La Colección, se puede disfrutar de un menú variado, con una amplia carta de vinos y la decoración del espacio con la muestra de arte o fotografía de turno.

Peeeero… ¡atención!

Tal vez La Colección no sea una obra para todo tipo de público… Como referente del absurdo, la obra despliega apenas una anécdota que jamás se define como verdadera o falsa. La historia transcurre sin demasiadas peripecias y busca plasmar la incomunicación y el desasosiego de los personajes. Para el avezado, que ya conoce a Pinter y que ya vio, por ejemplo, varias obras de Beckett, La Colección no tiene mucho nuevo que ofrecer. Y para quien busca entretenimiento, dinamismo, algo audaz, moderno, ocurrente, tampoco va a encontrarlo en esta versión de La Colección.

Como director, Alezzo se esforzó en mantener la esencia inglesa y el clima de los años 60´. Con un buen manejo del espacio, la obra transcurre entre dos habitaciones y conserva los tiempos –las entradas, las salidas, los cortes de escena-, más tradicionales del teatro. Sin lugar para la experimentación, esta versión de La Colección también preserva el texto original, las indicaciones del vestuario y las marcas de época. Sin riesgos ni intenciones de aggiornarse, la obra no luce todo su potencial, pero resulta armónica, estructurada y clásica, fiel al estilo tradicionalista de su director.