Federer vuelve a su antiguo amor

#Tenis

El Suizo Roger Federer, actual Nro. 5 del Ranking ATP cumplió el pasado Jueves 32 años de edad. Tal vez sea este uno de los factores que lo llevaron un mes atrás a tomar una difícil decisión: cambiar a aquella fiel compañera que estuvo siempre presente en tantas alegrías y que lo llevó de la mano a ser uno de los tenistas más importantes de la historia de este deporte, por una nueva.

Nos referimos por supuesto de la Wilson Pro Staf 90, raqueta noble si las hay, al menos para este jugador.

Aquí vemos a Roger bailando un lento y en pleno romance con su antigua raqueta

Tal vez será la pronta eliminación en Wimbledon otro factor desencadenante de semejante decisión: le planteó a su antigua raqueta separarse por un tiempo. Quería experimentar con una más joven, con curvas más prominentes (98 en lugar de 90). La nueva no era como la tradicional blanca sino negra. Pensó que adaptando su juego a ella podría lograr compensar la potencia necesaria para seguir compitiendo dentro del Top five. Pero el romance fue sólo un enamoramiento pasajero. Encaró dos torneos: Hamburgo y Gstaad y los resultados obtenidos no fueron lo esperado. Entonces decidió dejarla y volver a la vieja y conocida.

Actualmente se está jugando el Master 1000 de Cincinnati. Allí sorprendió a todos con la noticia: Él mismo declaró “Siento que lo que necesito es simplificar todo y jugar con lo que mejor conozco” “Haré pruebas con raquetas cuando tenga más tiempo, tras el Abierto de Estados Unidos”. Ojalá vuelvan los triunfos para él.

La mayoría de los jugadores profesionales utilizan aro más grande: Nadal y Djokovic utilizan de 100 pulgadas y de 98 Murray. Federer es una verdadera excepción en este sentido y a este nivel. Otro Nro. 1 que utilizaba aro más chico que el resto de sus competidores y se negaba al cambio fue Pete Sampras, que persistió con una de 85 pulgadas hasta el final de sus días de competencia.

Lo que sí queda claro es que utilizar un aro de menor tamaño habla de la precisión de quién porta la raqueta, es decir el “punto dulce” de impacto se reduce significativamente y hay un menor margen de equivocación pero requiere mayor desgaste. De esa manera un buen golpe llegará con mayor potencia y control pero si el impacto no es en el punto dulce es probable que se pierdan ambos. En las raquetas de 98 o 100 pulgadas es más fácil encontrar el punto dulce y menor será probablemente el margen de error. Pero el Suizo no se encontró cómodo y volvió a su antiguo amor.

Aquí la vemos de cuerpo entero.