El vino todo lo puede

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Director El ConocedorEn la vida, pasa de todo, lo bueno y lo malo. Con cada comienzo de año se renueva la esperanza, aunque con el correr de los días, las semanas y los meses, todo parecería costar más. Hay momentos en que la media copa vacía crece frente a la media llena, que la amargura se alarga y persiste frente a la dulzura o que un mal momento puede borrar -de un plumazo- vivencias felices. Las malas noticias suelen más impactantes que las buenas, pero todos necesitamos a las buenas para vivir. Es así, el camino es largo y duro en general y por estas tierras, en especial. Por momentos, parece que tocamos el cielo con las manos con un Papa, gritamos y nos emocionamos gracias a Messi y nos sentimos parte de la nobleza, cuando a una argentina la coronan reina. Enseguida la realidad se ocupa de volvernos a la tierra: los problemas cotidianos nos pasan factura y, peligrosamente, nos acostumbramos y volvemos a sentir una sacudida cuando otros castigos naturales nos pasan su gran factura.

Así son nuestros comienzos de año. Un gran desafío, una carrera de obstáculos que parece interminable, pero que al final de cuentas los atravesamos años tras año. Tenemos una gran espada: el vino, que más allá de ser una bebida regocijante y un lujo (bebible) al alcance de todos, posee detrás una industria que avanza. Y si bien, la misma puede no crecer significativamente en años complicados como los que nos está tocando, no cede terreno y se consolida. No importa que las exportaciones todavía representen solo el 0,5% del total generado por el país (este volumen ha cedido el 1000% en la última década). Una botella de vino argentino descorchada en cualquier mesa del mundo aporta un valor significativo. Poco a poco el vino se consolida como bebida nacional que es y el Malbec, con su Día Internacional –el 17 de Abril- es la clave. Un tinto que nos entrega mucho placer y al cual recién empezamos a descubrir en su totalidad, porque tiene muchas satisfacciones más por darnos. Deseo que su exitosa flama nunca se apague, tal como sucede con los grandes vinos del mundo, como los Burdeos, los Borgoña, los Brunello o los Rioja. Depende de todos.

Pero volvamos a lo nuestro. A nosotros nos toca comunicar el vino argentino, contar lo que pasa. Parte de ese relato es el placer del día a día y ante las adversidades, seguimos levantando una copa, respirando al vino de manera profunda, saboreándolo. Las ideas vuelven a fluir y las ganas se recuperan.
En 2013 habrá muchos cambios en El Conocedor, la edición impresa de la revista esperará unos meses, porque nos dedicamos de lleno a brindar la mejor y más completa información sobre vinos nacionales a través de www.elconocedor.com, con todas las posibilidades de interacción que este fabuloso medio virtual propone.
Sabemos que muchos se lamentarán por no tener por un tiempo el papel en sus manos, pero creemos que podrán valorar de igual manera la edición digital que estará disponible a partir de Mayo. Somos conscientes que encaramos una gran apuesta, pero creemos que el valor está puesto en el contenido y no en el formato. Hemos vuelto con todo, para alegría de muchos, adaptándonos a los tiempos que corren. Sabemos que nos irá bien, porque hablamos de vino, y el vino, sí el vino todo lo puede.