Adiós Santi

Acabo de enterarme de algo que me dejó helado.
Ha muerto el Gran Santiago Feliú, para todos nosotros Santi.

No tengo ahora las palabras correctas porque me acabo de enterar, pero quería ante nada dejar aquí de manifiesto mi más íntimo respeto por todo lo que fue su carrera anárquica, su valor para hacer lo que le daba la real y santísima gana, un revolucionario en mejor sentido de la palabra, en muchos terrenos, incluso ha hecho que un servidor, que no soportaba a Nueva Trova clásica, a Silvio, Pablo, Noel, Sara, y su propio hermano Vicente, terminase abrazando la estética y cierto mensaje de ese sub-movimiento.

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Benedetti en Alamar

Hoy me vino el recuerdo de Benedetti paseando sus bigotes, sus pocas pulgas y su enorme dignidad por Alamar,  una barriada proletaria del Hombre nuevo.
Mario Benedetti vivió exiliado en Cuba pero pidió de manera expresa, acorde a sus ideas y a su fibra comprometida que no le diesen privilegios a la altura de su nombre. Podría vivir en París con un departamento en Trocadero. Pero él era así.
Vivió un tiempo en Alamar, una barriada obrera de tipo estalinista, verdaderamente espantosa en lo estético, en la que jamás hubo ninguna atracción agraciada por el buen gusto. Cabe recordar que en Cuba no se construyó ni una sola cosa en 50 años que sea promovida para el turismo, pero ni siquiera promocionado por el gobierno revolucionario. Paradójicamente todo lo que considera el propio Instituto del Turismo como atractivo estuvo hecho desde la época de la Conquista hasta el 1959.  Continuar leyendo