Se viene la entrega de los premios Oscar y nos invade una lista de títulos como si te dijeran “tenés que mirarlos todos antes del 22 de febrero para saber de qué se trata y no sentirte un tonto”. Más de un lector (en su mayoría hombre), me escribió pidiéndome una reflexión sobre la película Perdida, como requiriendo complicidad, auxilio o hasta solicitando un aventón. Es un thriller, una historia de amor tóxico, una infidelidad con mal destino, un policial bien americano o de cómo nunca hay que confiar con quien dormís. O de cómo caretear las emociones, o de cómo el amor es una media que se da vuelta de un momento a otro. Continuar leyendo