Llegaron los fascículos a los amores tóxicos. Las cuatro fases del amor remiten a la idea de proceso, es decir, un tránsito lento por el tiempo y el espacio. Cuando el amor llega de una, y se queda para siempre, puede llegar a ser un amor tramposo y su composición contiene más de resignación que de plenitud. A veces uno se queda con lo malo conocido por miedo a que lo novedoso se torne siniestro, la seguridad vincular suele ser, en ocasiones, un cactus. Continuar leyendo