- La infidelidad la define el otro.
- Mientras que el cornudo es la víctima, el celoso es el victimario.
- Ser celoso habla mal de vos mismo.
- El papá de la celosa compulsiva suele ser medio garca.
- El celoso nunca está preparado para tomar una decisión.
- Una mosquita muerta en cualquier momento resucita.
- Uno es lo que el otro le permite.
- Al culposo se lo alimenta con la victimización.
- El pollerudo es un pistolero converso. Continuar leyendo
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23. El después del amor
“Dolido: Imaginándose muerto, el sujeto amoroso
ve la vida del ser amado continuar como si nada hubiera ocurrido”.
(Roland Barthes, “Fragmento de un discurso amoroso”)
Listo, ya fue. No da para más, cada cual a su cucha.
Todos esos lindos momentos compartidos, esas vacaciones, la noche que amanecieron por primera vez, el día que ella usó tu camisa, la tarde que él te dio de fumar. Cuando te hiciste el macanudo con su abuela, cuando le llevaste la chocotorta a la madre para el cumpleaños. La mañana que corrieron a la farmacia para comprar la pastillita, la noche que ella te dijo que “todos estamos solos”. El día que le dijiste que no te enamorabas así porque sí. Los muditos, la taquicardia y el siestero. Hablar del futuro, coincidir en los proyectos, fantasear con una familia. La primera vez que cocinaron juntos, aquel concierto y aquella película. El día que tu amigo te dijo que ella era recopada, el día que tú amiga te dijo que él era un dulce. La pelea adentro del auto… la reconciliación. Continuar leyendo
1. Las diez máximas de Romeo y Julieta
Primera: A los enamorados le falta coraje para afrontar la realidad y hasta pueden llegar a traicionar sus más profundas creencias.
El Fray Lorenzo, casando en secreto a Romeo Montesco con la señorita Julieta Capuleto, traicionó a las dos familias
Segunda: A los enamorados se les empobrece el instinto de conservación.
El mismo día de la ceremonia, Teobaldo lo chusea a Romeo que arruga redondamente por estar bajo los efectos del enamoramiento.
Tercera: Los enamorados pierden a sus amigos.
El mejor amigo de Romeo, Mercutio, trata de meterse para defenderlo y Teobaldo lo ensarta pasándolo a mejor vida.