1. El sexo como manipulación
Muchas veces la palabra tiene lengua corta y lo silenciado descansa en lo corporal corriendo con el riesgo de un desmadre. El cuerpo suele ser el camino más corto a la hora de vincularse y, para muchos, un arma letal de manipulación. La condición no es la belleza del cuerpo sino la fascinación que el otro tenga sobre esas determinadas curvas. El sexo y el poder van de la mano a la hora de manipular, uno es el medio y el otro es el fin… el fin de la ternura. Continuar leyendo