No hay nada que ocultar aquí. La NBA es un negocio, y no pienso negarlo. Pero cuando los intereses corporativos se ponen por encima de los deportivos ahí debe encenderse una luz de alarma y hay que establecer prioridades.
No hay nada que ocultar aquí. La NBA es un negocio, y no pienso negarlo. Pero cuando los intereses corporativos se ponen por encima de los deportivos ahí debe encenderse una luz de alarma y hay que establecer prioridades.