El inicio de un año plantea, entre otras cuestiones, la necesidad de establecer nuevas estrategias de posicionamiento de nuestra marca. Desde mi profesión considero que la organización de eventos es una de las más exitosas; sin embargo, suele enfrentarse a un obstáculo más que molesto: el presupuesto anual de nuestra compañía. Por eso recomiendo siempre tener esto en cuenta y planificar el año financiero de nuestra empresa con tiempo.
La asesora financiera Fernanda Bolagay, perteneciente a nuestro staff, nos ofrece una serie de consejos para que las fiestas y meetings no atenten contra nuestro presupuesto. “Recomiendo que una empresa en crecimiento destine un 10% de la facturación del año anterior para eventos, es decir que si la empresa facturó un total de 500.000 pesos en el 2012, lo recomendable sería que para el 2013 su presupuesto de eventos esté alrededor de los 50.000 pesos. De esta manera potenciará su futura facturación y su posicionamiento de marca en el mercado”, explicó la especialista.
Distinto sería el caso de las compañías que recién se inician. Para Bolagay, “una empresa que recién empieza debe considerar un presupuesto mayor para eventos, ya que éstos ayudan a posicionar la marca o el producto en el mercado, son generadores de nuevos y potenciales clientes, colaboran con la fidelización de los existentes y son una excelente carta de presentación. Además, permiten ahorrar tiempo y recursos, puesto que un evento te da acceso de forma masiva y personal a un nicho de mercado puntual que interesa a la empresa –clientes o proveedores-”.