Un domingo o lunes a la noche, haciendo zapping, pasaste por alguna cadena internacional de deportes y viste un montón de tipos con cascos y armaduras peleando entre sí en algo parecido al rugby y te preguntaste: ¿Qué será este deporte, si se lo puede llamar así? ¿Te quedaste a mirarlo por curiosidad y te mareaste con “primero y 10”, “segundo y 25”, “cuarta y 16”, los dos relojes, las incontables pausas y los gritos de los relatores? ¿Decidiste quedarte a pesar de todo eso y cada vez te interesó más el deporte? Alguna vez, un payaso mediá… digo, periodista con tanta trayectoria como nula capacidad de análisis (al menos en este caso), dijo que el football americano era un deporte “en el que los tipos gordos se chocan”. A simple vista, quizás tenga razón. Pero es mucho más complejo que eso. El componente estratégico es muy grande, más que en otros deportes. Las jugadas se planifican al más mínimo detalle y la improvisación está casi desterrada, aunque no el talento particular.
El objetivo del juego es este: el campo tiene 100 yardas, todas señaladas con dos marcas en el terreno, más 10 yardas al final de cada uno, lo que se conoce como “endzone”. Cada cinco yardas hay una línea que cruza el terreno horizontalmente y cada 10 aparecen los números para demarcar en qué yarda están.-