Si bien nunca se dice en los juegos, todos sabemos que Mario es italo-americano porque lleva mostacho, es plomero y cada dos por tres dice “¡Mamma mia!”… digo, lo único que le falta es llevar un plato de pastas en la mano.
Los estereotipos en el mundo de los video juegos eran muy comunes en sus inicios, primero porque no estaban tan mal vistos como en la actualidad y segundo, porque ayudaban a dar algún tipo de trasfondo del personaje sin tener que contarlo o mostrarlo en el juego (en beneficio de los pobres desarrolladores, que a diferencia de ahora no eran cientos por proyecto, sino tres gatos locos).