Por: Carlos Messuti
Si bien nunca se dice en los juegos, todos sabemos que Mario es italo-americano porque lleva mostacho, es plomero y cada dos por tres dice “¡Mamma mia!”… digo, lo único que le falta es llevar un plato de pastas en la mano.
Los estereotipos en el mundo de los video juegos eran muy comunes en sus inicios, primero porque no estaban tan mal vistos como en la actualidad y segundo, porque ayudaban a dar algún tipo de trasfondo del personaje sin tener que contarlo o mostrarlo en el juego (en beneficio de los pobres desarrolladores, que a diferencia de ahora no eran cientos por proyecto, sino tres gatos locos).
Tal es el caso, por ejemplo, del Punch Out! de Nintendo, juego de boxeo que cuenta con la presencia de luchadores como Don Flamenco, un español que antes de la pelea baila al compás de la obertura de “Carmen” con una rosa en la boca (y creo que además es torero) y Great Tiger, un faquir hindú con turbante que en sus tiempos libres se dedica a hacer magia y a cazar tigres de bengala (seguramente a bordo de una alfombra voladora). Incluso su secuela, el Super Punch Out! de Super Nintendo, cuenta con personajes como Bob Charlie, un jamaiquino fumón con rastas que se burla de aquellos que no pueden “sentir el ritmo” (cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia).
Similar es el caso de Sunset Riders, donde los estereotipos son todos los que uno puede encontrar en un western, incluidos el enorme y super bruto mexicano Paco Loco, que recibe a los héroes del juego con la frase “Ay Chihuahua” (que, por cierto, aparece mal escrita), y el jefe indio Chief Scalpen, cuyo nombre hace referencia a la acción de arrancar el cuero cabelludo. Este último “chiste” no le causó mucha gracia a la gente de Nintendo, que pidió que se cambiara el nombre del personaje en la versión de su consola.
Pasamos ahora a la parte más oscura del mundo de los clichés y nos encontramos con personajes que pueden resultar muy ofensivos, como es el caso de Gold & Silver, dos enemigos del increíblemente bizarro God Hand de Playstation 2. El juego da a entender que los dos son claramente homosexuales, el tema es… ¡¿es necesario que sean los más gays del mundo?! Digo, la ropa ajustada, las poses, la forma de hablar, las plumas, los bigotitos a lo Freddie Mercury… Estos muchachos hacen que el elenco de “Queer eye for the straight guy” parezca el de la película “The expendables”.
En defensa del juego, tengo que decir que en ningún momento apunta al realismo, sino a la exageración absoluta de todo lo que muestra, con un protagonista que literalmente puede sacar volando a sus oponentes de una trompada.
Cerramos el informe con EL JUEGO que se construyó a partir de todos los estereotipos y clichés existentes. Si, me refiero a la saga de Grand Theft Auto o GTA, que cuenta con mafiosos italianos, fumones hippies que creen en mega conspiraciones encubiertas por el gobierno, cárceles de puertas giratorias, narcotraficantes colombianos que viven en mansiones con miles de guardaespaldas, pandilleros latinos que recorren la ciudad en sus lowriders y todo lo que se les pueda ocurrir. Creo que, como en el caso del God Hand, los desarrolladores de Rockstar nunca intentaron que sus juegos fuesen realistas sino, más bien, una gran parodia de la sociedad.
La verdad es que la gente siente la necesidad de etiquetar todo y a todos y es ahí cuando aparecen los estereotipos. Es lógico que estos se trasladen al mundo de los juegos, que no es más que un intento de reflejo de la realidad.
¿Se te ocurre algún otro estereotipo con el que te hayas cruzado mientras jugabas? Comentalo abajo y hasta la próxima, che, que me tengo que ir a bailar tango, boludo.