Con la caída del furor por el 3D, la tecnología del Bluray que no despega y la falta de interés por las pantallas 4K, las marcas que dominan el mercado de la electrónica se han estado rompiendo los cráneos, pensando en nuevos e innecesarios artículos que le permitan seguir escarbando en los bolsillos de sus clientes.
Así es que el 2014 nos trae el resurgimiento de un concepto que intentó implementarse sin éxito a mediados de los noventas. Me refiero a la realidad virtual o VR, cuyo objetivo es el de crear una mayor interacción juego – jugador.