Buenos Aires es una ciudad donde las palabras flotan por todos sus rincones. Carteles publicitarios, murales, gigantografías, grafitis, vidrieras, todo está colocado para que levantemos la vista y leamos el paisaje. Pero al transitar por las calles, casi sin darnos cuenta, aparecen en nuestras manos pequeños papeles que invitan a pegarle una rápida lectura. Estos objetos son los folletos (o volantes): hojas livianas con enunciados atractivos que tientan a cualquier transeúnte con ganas de leer.
Para adentrarnos en esta situación particular que nos brinda la ciudad, #LeeryEscribirBA entrevistó a los protagonistas. ¿Cómo se diseñan los volantes para que sean efectivos? ¿Cuáles son los más solicitados? ¿Cuántas personas toman los folletos que los volanteros reparten? ¿Cuántas personas los leen?