Hace un par de semanas les conté mi dilema sobre mandar a mis bebés de un año y medio al jardín de infantes. Algunas me lo recomendaron al 100%, otras me aconsejaron seguir otras alternativas para bebés como, por ejemplo, hacer jardín rodante.
Como soy primeriza y todo para mí es un mundo nuevo por explorar, me puse averiguar sobre rodantes. ¿De qué trata esta modalidad? Es algo así como un jardín que va rotando por las casas de los alumnos, pensado para que chicos de diez meses en adelante sean estimulados y sociabilicen otros de la misma edad.
Las actividades que realizan son muy parecidas a las de sala Prekinder: juegan, pintan, trabajan con masa, leen cuentos, cantan y bailan mucho. Todo en algún cuarto o living de la casa o en un salón de usos múltiples que el edificio tenga disponible.
Con una maestra jardinera a cargo, los grupos de niños (aproximadamente son cuatro o cinco) se arman según los barrios donde viven. También sucede que varias amigas se juntan para que sus hijos hagan rodante juntos, compartan experiencias y hagan amiguitos.
Lo que más me gusta de esta modalidad de jardincito es la atención y la calidez que cada chico recibe. Además, al realizarse en una casa y con grupos reducidos, se enferman mucho menos que en un establecimiento escolar, que están en contacto con muchos más niños. A esto se le suma que, por lo que estuve averiguando, son bastante más económicos.
Ahora, las desventajas. Entre los puntos que me generan dudas está la frecuencia: no es todos los días sino tres veces a la semana, con dos horas y media de duración. El tema de la rotación de casas también me hace algo de ruido. A la que no le da fiaca poner casa, que tire la primera piedra, ¿no?
En fin, soy toda oídos para que me cuenten su experiencia en jardines rodantes. ¿Alguna lo probó? ¿Quedaron conformes? ¡Cuenten sus experiencias!