Una variante del micro transplante capilar, perfeccionada en Hair Recovery, ofrece resultados probados, definitivos y sin ninguna cicatriz para cubrir entradas, cejas y otras áreas despobladas de la cabeza y el rostro.
¿Para qué esperar cuando se puede actuar ahora? Un enfoque innovador para atacar estadíos no avanzados de la alopecia androgenética, la principal causa de caída del cabello, así como para densificar otras zonas del cuero cabelludo y el rostro, amplía las opciones para quienes no quieren dejar pasar más tiempo y desean reconciliarse con su propia imagen. Se trata del Mini-FUE, una variante del exitoso y probado micro transplante capilar (MTC) pelo por pelo.
“Es una alternativa ambulataria, indolora, práctica, accesible y que no requiere de grandes cuidados posteriores”, enfatiza el doctor Nicolás Lusicic, Presidente y Fundador de Hair Recovery, la institución médica líder en medicina capilar.
Desde comienzos de la década del ’90, se sabe que las raíces capilares de las áreas lateral y posterior de la cabeza no heredan la calvicie, por lo cual pueden ser reimplantadas en las zonas despobladas y generar cabello por el resto de la vida. Ese es el fundamento del MTC, que ha revolucionado el tratamiento de la caída del cabello porque ofrece resultados naturales y definitivos, sin necesidad de mantenimiento.
En función del diagnóstico y las expectativas de cada paciente, los médicos pueden seleccionar distintas técnicas de MTC. Una de ellas, más reciente, se llama FUE (Folicular Unit Extraction) y consiste en la extracción individual de los cabellos mediante un microextractor electrónico de última generación. El procedimiento, al que Hair Recovery ha realizado importantes aportes premiados en congresos internacionales, tiene la ventaja de no dejar ningún tipo de cicatriz en la zona donante.
“A diferencia del otro enfoque, llamado FUSS, en la técnica FUE no se saca una tirita de cuero cabelludo sino que se retiran las unidades foliculares de 1 a 4 cabellos, una por una”, explica el doctor Lusicic “Por lo tanto, no se cose ni es necesario sacar puntos. Y no queda ninguna marca visible”.
En la técnica del Mini-FUE, una versión “avanzada” del FUE, se extraen mediante ese procedimiento a partir de 200 unidades foliculares, por lo general de la región occipital (parte posterior de la cabeza). En algunos casos, ni siquiera es necesario que el paciente se rape esa zona. Las unidades foliculares retiradas luego son colocadas para cubrir entradas, darle mayor densidad al cuero cabelludo o las cejas, u ocultar cicatrices poblando el bigote o la barba. En la mujer también puede servir para reparar la patilla después de un lifting. “Esos cabellos se quedan ahí toda la vida”, subraya el doctor Lusicic.
La intervención completa demanda por lo general entre 3 y 4 horas, se realiza con anestesia local y no requiere de internación ni vendajes. “El paciente está muy relajado, despierto, en un sillón ergonómico, viendo televisión o escuchando música”, enumera el doctor.
La reinserción laboral es muy rápida. Los médicos indican 48 horas de reposo en casa, con frío local, analgésicos comunes y algunas precauciones mínimas, tales como mantener una posición ligeramente inclinada hacia atrás al sentarse. Luego de ese período, el paciente ya puede volver al trabajo. En el área receptora sólo quedan unas cascaritas que se desprenden en alrededor de una semana. Al tercer mes comienza el crecimiento, al sexto ya se observa el cambio de imagen y al año se consiguen los resultados finales.
De acuerdo al doctor, la planificación del tratamiento y el uso conjunto de otras estrategias, como Nutrifol, para preservar las áreas que no fueron trasplantadas pero siguen cubiertas de cabello, permiten prolongar en el tiempo los resultados de la intervención.
“Todo aquel que sienta que se está quedando sin pelo, tiene que saber que ese proceso se puede frenar y revertir”, concluye el doctor Nicolás Lusicic.